EL XX CONGRESO DEL PARTIDO COMUNISTA DE LA CHINA MILENARIA

David Cañas

El Partido Comunista Chino (PCCH) acaba de finalizar el XX Congreso en el centenario de su fundación. El pueblo chino sigue su marcha revolucionaria transformando el mundo, irrumpiendo contra el orden unipolar imperialista y retomando su rol civilizatorio y global.

Este XX Congreso se realiza en una coyuntura especial del mundo. La contradicción entre la unipolaridad y la multipolaridad se va desatando y no sabemos hasta donde lleve a la humanidad. La guerra en Ucrania, la emergencia de potencias globales como India, Rusia y la propia China, la crisis climática, la aparición de enfermedades pandémicas como la Covid-19, y la transformación financiera, comercial y productiva del sistema mundo capitalista, son las principales realidades de fondo.

El PCCH, con sus 90 millones de militantes, reunió a tres mil delegados quienes por una semana debatieron el presente de su Partido, eligieron nuevas directivas y pensaron el futuro de su Organización y de su inmenso país, convirtiendo este magno acontecimiento en hito histórico que va a traer transformaciones estratégicas para China y para el mundo.

En su informe central titulado “Enarbolemos la gran bandera del socialismo con peculiaridades chinas en lucha unida por la construcción integral de un país socialista moderno”, el Secretario General Xi Jinping se concentra en la necesidad de fortalecer al Partido, su ideología, la calidad de su militancia, el pensamiento político para la nueva etapa, y afianza las líneas que traen desde el XVIII Congreso.

“En los últimos cinco años, persistiendo en el fortalecimiento tanto del liderazgo general del Partido como del liderazgo centralizado y unificado de su Comité Central, hemos trabajado por promover con todas las fuerzas el proceso de culminación de la construcción integral de una sociedad modestamente acomodada, (…) por impulsar con solidez la democracia popular de proceso entero, por promover integralmente la gobernación del país según la ley, por desarrollar con dinamismo la cultura socialista avanzada, por garantizar y mejorar destacadamente las condiciones de vida del pueblo, por librar con fuerzas concentradas la batalla de asalto de plazas fuertes en la liberación de la pobreza, por impulsar enérgicamente el fomento de la civilización ecológica, por defender con firmeza la seguridad nacional..”

Xi Jinping quien fue reelecto por tercera vez, se consolidó como el dirigente con mayor poder en la historia de la China moderna, al lado de Mao. Su pensamiento pasó a ser constitutivo, con el maoísmo y el de Deng Xiaoping, en las tres adecuaciones chinas del marxismo y la base para el socialismo con características chinas. “Hay que persistir en la supremacía del pueblo. El atributo esencial del marxismo es su naturaleza popular; las teorías del Partido nacen del pueblo, redundan en bien de él y lo benefician a él, y la práctica creativa de este constituye una fuente inagotable para la innovación teórica. Toda teoría desligada del pueblo es pálida y endeble, toda teoría que no lo beneficie es inerte.”

“A lo largo de los últimos diez años, adhiriéndonos al marxismo-leninismo, al pensamiento de Mao Zedong, a la teoría de Deng Xiaoping, al importante pensamiento de la triple representatividad y a la concepción científica del desarrollo, e implementando integralmente tanto el pensamiento sobre el socialismo con peculiaridades chinas de la nueva era como la línea y la estrategia fundamentales del Partido, (…) Hemos creado el pensamiento sobre el socialismo con peculiaridades chinas de la nueva era, pensamiento que, con determinación clara de la estrategia básica del mantenimiento y desarrollo del socialismo con peculiaridades chinas (..) ha dado lugar a un nuevo salto en la chinización del marxismo y su adaptación a nuestro tiempo, y nos ha servido constante e incansablemente, como teoría fruto de la innovación, para pertrechar nuestra mente, orientar nuestra práctica y promover nuestro trabajo, ofreciendo guía fundamental al desarrollo de la causa del Partido y del país propio de la nueva era.”

China profundiza su modelo político y económico, que ha sacado de la pobreza extrema a más de 800 millones de seres humanos en 70 años, creando la clase media más grande del mundo con 400 millones de personas (mercado interno), logrando la autosuficiencia alimentaria y energética para su población de 1400 millones y avanza en la autosuficiencia tecnológica, en la innovación nacional y en el aseguramiento de su cadena de suministros necesarios para mantener la producción.

China es la primera potencia exportadora de productos manufacturados y la segunda importadora de materias primas. Tiene el segundo PIB del mundo. Posee una red de carreteras, puentes, trenes de alta velocidad y puertos de alta tecnología de primer orden.

A partir de este XX Congreso, China entra en la fase de democratización de la riqueza y el bienestar, dentro de la concepción del desarrollo centrado en el pueblo.

“Se ha culminado la implantación del mayor sistema de educación, el mayor de seguridad social y el mayor de servicios médicos y sanitarios del mundo, resultando ello en un salto histórico del nivel de generalización de la educación, en una cobertura de 1.040 millones de personas del seguro de vejez básico. Se ha reajustado a tiempo la política de natalidad. Los trabajos de construcción de más de 42 millones de apartamentos correspondientes a la transformación de núcleos de chabolas, junto con los de rehabilitación de viviendas precarias para más de 24 millones de familias rurales, han hecho mejorar notablemente las condiciones de vivienda de los habitantes urbanos y rurales. Ha sido más sustanciosa, garantizada y sostenida la percepción de beneficio, felicidad y seguridad de las masas populares, y se han conseguido nuevos éxitos en términos de prosperidad común.”

“China, es un país socialista de dictadura democrática popular dirigido por la clase obrera y basado en la alianza obrero-campesina, y todos los poderes del Estado pertenecen al pueblo. La democracia popular es la vida del socialismo y representa el justo sentido que la construcción integral de un país socialista moderno debe conllevar.”  Así lo afirma el Informe Central.

En la Resolución del XX Congreso sobre este Informe, se hace referencia a los ejes principales en los cuales se fundamentó. Sobre el régimen político y la democracia china dice lo siguiente: “Hemos de perseverar en el camino de desarrollo de la política del socialismo con peculiaridades chinas y propulsar la reforma del régimen político; desarrollar una democracia popular más amplia, más plena y más completa; persistir en la integración orgánica entre la dirección del Partido, la condición del pueblo como dueño del país y la administración de este según la ley; con el aseguramiento al pueblo en su condición de dueño del país como lo fundamental, y con la potenciación del vigor del Partido y el Estado y la movilización del entusiasmo del pueblo como objetivo, ampliar la democracia socialista; completar el sistema de democracia consultiva socialista y perfeccionar el sistema democrático en los niveles de base.”

En los documentos centrales de este XX Congreso apreciamos el gigantesco esfuerzo y despliegue del pueblo chino quien en menos de un siglo avanzó en la construcción de una alternativa humana postcapitalista, que ha mostrado resultados genuinos y perseverado en el tiempo histórico.

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[1] Texto íntegro de resolución sobre el Informe del XVII Comité Central del Pcch. Política China ORG.

[2] Informe Central al XX Congreso Pcch. Xinhua.

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