ES HORA DE GASTAR MENOS

ES HORA DE GASTAR MENOS

Por Claudia Julieta Parra

La crisis económica más que por falta de recursos obedece a las políticas económicas implantadas durante décadas, por ello resolver la crisis implica cambiar la prelación y la destinación del gasto, de lo contrario es imposible subsanar y reactivar la economía.

El sistema económico predominante se caracteriza por socializar las deudas y privatizar las ganancias, en Colombia ha sido una constante que los déficit fiscales se cubren a través de la tributación que hasta ahora se ha caracterizado por no ser redistributiva; el producto interno mayoritariamente se centraliza en las utilidades de los mega empresarios, en otras palabras, el sistema favorece la acumulación de capital en un grupo reducido de ricos.

La Reforma Tributaria que cursa en el Congreso aunque es más equitativa en el recaudo que sus antecesoras, es deficitaria porque no suple las necesidades económicas del país y obliga al Estado a modificar la Regla Fiscal de Mediano Plazo, adquirir nuevos empréstitos o la enajenación de bienes.

Más allá de las críticas y los escándalos por supuestos derroches en gastos que ha ejecutado el Gobierno, se puede evidenciar que persisten patrones inadecuados en las políticas económicas como es el hecho de incrementar el presupuesto sin diezmar el Gasto Corriente (burocracia, guerra, pago de intereses de la Deuda Externa –DE–), muestra de ellos es que el 19 por ciento del Presupuesto General de 2023 se destinó al pago de la DE, cuando lo fiscalmente conveniente es congelar el monto destinado al pago de este pasivo, o en su defecto su incremento no debería superar el 2,2 por ciento que es la proyección de crecimiento para el próximo año, lo que permitiría liberar 5,9 billones de Pesos que se podrían destinar al Gasto Social.

El principal problema de la economía colombiana es sostener el pago continuado de la DE que además de ser onerosa es constantemente incrementada con nuevos préstamos. Es un círculo vicioso impagable e inamortizable que, por sentido común, debería llevar a declararse insolvente o pactar su renegociación como lo han hecho Gobiernos de otros países.

Es necesaria una política financiera que recorte el Gasto Corriente y disminuya los gastos suntuarios, además se requieren cambios estructurales del modelo económico, el fisco y el sistema productivo, de tal forma que fomente el desarrollo integral de la producción nacional y se aumente el poder adquisitivo per cápita de la población.

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