SIN AGÜITA PA’MI GENTE

SIN AGÜITA PA’MI GENTE

Mariela, Jorge Guerrero, Tulio Bayer

En este 22 de marzo Día del Agua, la mitad de la humanidad hace frente a la escasez de este preciado líquido durante una parte del año, situación que empeorará, así lo comunica la Organización Meteorológica Mundial (OMM), un organismo especializado de la ONU.

A la alerta mundial que acaba de emitir el Panel Intergubernamental para el Cambio Climático (Ipcc), se suma ahora esta preocupante alerta que involucra la responsabilidad con nuestros congéneres, con las demás especies vivas, con las generaciones futuras, sin lugar a dudas nuestra responsabilidad es grande.

Fabricantes de desiertos

La disponibilidad de agua potable está amenazada en todo el mundo, en los últimos 20 años los depósitos de agua continental se han reducido a un ritmo que supera el volumen total de agua que las personas consumen durante el año, sin contar el agua que requieren las demás especies vivas.

Previendo el aumento demográfico a 2050 y la alta concentración de dicha población en centros urbanos, la catástrofe está ya desarrollándose; pero este asunto estratégico no está en las agendas de los Gobiernos como un asunto de primer orden, tampoco en el sistema educativo, menos en los medios de comunicación ni en la transformación cultural en desarrollo.

No es un asunto menor, llevamos al planeta al borde de sus capacidades; la actividad económica humana devora el agua, devora la vida misma, el consumo del precioso líquido lo privilegian para el uso en la gran minería, la extracción de petróleo y gas, la transformación de productos y la sed se traduce en un lucrativo negocio de multinacionales de alimentos, con lo que vamos quedando atrapados en un círculo vicioso que degrada y desprecia la vida.

En Colombia de mal en peor

Este año nada más en enero el Ministerio colombiano del Ambiente aprobó la Resolución 110 que le facilita el saqueo a las multinacionales de la gran minería como la Rugby Mining, El Roble y Volador, Atico Mining, Mandé Norte, Minera Cobre, a las que autoriza a deforestar y a dañar acuíferos para hacer la explotación minera.

Todas las multinacionales se abalanzaron de inmediato a hacer explotación en Títulos Mineros que ya tenían aprobados, como en los cuatro proyectos de extracción de Cobre a gran escala en Chocó, y en las vertientes de ríos que forman la Amazonía en el Putumayo y Nariño, entre otras zonas, convertidas hoy en zonas de Guerra para resguardar este saqueo de bienes naturales.

La batalla por el agua

No solo se trata de un llamado urgente al vacío, este es un llamado a los pueblos para potenciar el cuidado de los recursos hídricos, aumentar la formación por el respeto a la Madre Tierra, y defenderla contra el sistema de muerte, instaurado y defendido por los Estados neoliberales.

Se trata de transformar nuestras formas de producción y consumo, de cuestionar incluso nuestras Cosmovisiones y con ella nuestras prioridades; rechazando a los políticos que no actúan en consecuencia, para exigir y empujar cambios de todo tipo, uno de ellos en la estructura normativa e institucional en pos de la conservación real de los ecosistemas, si seguimos permitiendo que los ecosistemas sean afectados por el espíritu devorador del capitalismo no es mucho lo que podemos esperar.

Fomentar una investigación pertinente y con principios populares que dialogue con los saberes propios, aplicar metodologías y herramientas que ya tenemos, la biotecnología es una de ellas y hemos de ponerla al servicio de los pueblos.

La lucha por los derechos, la vida, la protección del medioambiente cobran mayor sentido y fuerza hoy, en cada territorio se lucha por la humanidad, se lucha por la vida, desde esta perspectiva. 

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