UCRANIA: LA LÍNEA ROJA QUE PREVIENE OTRA GUERRA MUNDIAL
Hernando Martínez
En la declinación del imperio norteamericano toca ‘tambores de Guerra’ en Ucrania sin que los europeos los sigan como antes, al frente tienen una repotenciada alianza estratégica entre China y Rusia que les ofrece asociación económica y soluciones diplomáticas, interdependencia que hará inútil la Guerra.
La consolidación de la alianza de la República Popular China y la Federación Rusa es la respuesta a los dos Teatros de agresión armados por Estados Unidos (EEUU), uno desde Europa contra los rusos y el cerco contra China en la región Indo Pacífica, los que configuran la versión 2.0 de la Guerra Fría; lo real es que la alianza ruso-china colocará fin a 30 años de unipolarismo, en los que EEUU y sus aliados decidieron e impusieron el rumbo del orden mundial, con lo que se inaugura un periodo para rehacer el multilateralismo.
Este 4 de febrero en Beijing los Presidentes Xi Jiping y Vladimir Putin declararon que se oponen «a cualquier ampliación futura de la Otan y rechazaron la influencia negativa de EEUU para la paz y la estabilidad de la región Asia-Pacífico», mientras la prensa mundial habla de una presunta invasión de Rusia a Ucrania, desmentida por el Presidente de Ucrania Volodímir Zelenski.
La palabra empeñada en 1989
En las negociaciones entre la Unión Soviética (Urss) y los EEUU para la reunificación alemana en 1989, los norteamericanos asumieron el compromiso de que la Otan no se expandiría hacia el este; al tiempo se convirtió a la Organización para la Seguridad y Cooperación en Europa (Osce) en el centro de coordinación y decisión sobre la seguridad entre Europa y Rusia [1].
Disuelta la Urss y liquidado el Pacto de Varsovia, la Otan estableció un nuevo Concepto Estratégico en la Cumbre de Roma de noviembre de 1991, donde dejó de ser una alianza militar defensiva para asumir operaciones ofensivas en cualquier parte del mundo donde fueran amenazados sus intereses.
En 2002 en un nuevo esfuerzo de distensión y cooperación establecieron el Consejo Otan-Rusia (NRC por su sigla en inglés), afectado en 2003 por la afiliación a la Otan de las tres Repúblicas Bálticas ex-Urss: Lituania, Letonia y Estonia, y agrietado por los golpes suaves o “Revoluciones de Colores” de Georgia y Ucrania en 2004 auspiciados por los EEUU.
El historiador Adam Tooze refiere que Putin en la “Conferencia de Seguridad de Munich en febrero de 2007, expuso su crítica integral del poder occidental y la negativa de Rusia a aceptar cualquier expansión hacia el este de la Otan” [2]; pero en la Conferencia de esta en Bucarest en abril de 2008 los EEUU y sus aliados promovieron el ingreso de Ucrania y Georgia a la Otan; además Georgia procedió a anexar por la fuerza a Osetia del Sur y Abjasia, provocando una contundente respuesta militar de Rusia que frenó el ingreso de Georgia a la Otan.
El Golpe de la Plaza Maidan
A mediados del 2013 la economía ucraniana entró en una crisis aguda, el Gobierno de Yanukóvich acordó firmar el Acuerdo de Asociación y Libre Comercio con la Unión Europea, pero ante los desfavorables términos financieros europeos optó por acuerdos con Rusia, en respuesta EEUU lanzó en noviembre un golpe militar con la extrema derecha fascista ucraniana -antiguos aliados de Hitler contra la Urss-, desde la Plaza de Maidan de Kiev.
En marzo de 2014 posicionado en Kiev un Gobierno pronorteamericano, Rusia respaldó la independencia y adhesión a la Federación Rusa de la República de Crimea y la ciudad de Sebastopol, las que han sido la principal Base Naval de Flota rusa del Mar Negro desde hace 230 años; el Presidente Putin ha reiterado que una eventual vinculación de Ucrania a la Otan sería un mensaje de intervención militar de esta Alianza para capturar a Crimea, por esto allí está trazada una Línea Roja.
Después del Golpe de Maidan estalló la sublevación de las Repúblicas de Lugansk y Donesk en el noreste de Ucrania, Guerra finalizada con los Acuerdos de Minsk I de 2014 y Minsk II vigente desde 2015, respaldados por el Cuarteto de Normadía: Francia, Alemania, Rusia y Ucrania. Este Acuerdo reconoce la soberanía de Ucrania sobre los Distritos sublevados, impone un Alto el Fuego, el retiro de armas pesadas y la realización de elecciones de autoridades con Autonomía, este Tratado disminuyó la confrontación, pese a las reiteradas violaciones del cese por ambas partes.
Expiran tres décadas de dominio de EEUU
Desde la presidencia de Trump la Otan entró en una fase de disolución porque crece a su interior el debate sobre la seguridad europea, las ‘Guerras sin fin’ de EEUU en las que se ven arrastrados y la asociación con China y Rusia como principales potencias emergentes; en esta agonía los EEUU buscan retrasar la puesta en funcionamiento del Gasoducto Nord Stream II, con capacidad de transporte de 55 mil millones de metros cúbicos de gas ruso al año, que abastecerán a Europa y aumentarían su dependencia de Rusia.
Las alarmas de Rusia se encendieron en junio de 2020 cuando la Otan decidió otorgar a Ucrania el estatus de “Socio de Oportunidades Mejoradas”, además que ser miembro pleno de la Otan ya está consagrado en la Constitución ucraniana, y la Estrategia de Seguridad Nacional de Ucrania incluye una adopción rápida del Plan de Acción de Membresía plena de la Otan.
El experto suizo en inteligencia militar Andrei Raevsky observa que escalar el conflicto en base a la supuesta invasión Rusa a Ucrania no tiene piso: “la Otan se está resquebrajando: los croatas ya dijeron ‘no, gracias’, los franceses y los alemanes no quieren cometer Harakiri, los búlgaros exigen detalles y garantías y los parlamentarios franceses discuten si quedarse o salirse de Otan” [3].
Alemania ha continuado sus relaciones económicas con Rusia a pesar de la crisis de Ucrania, especialmente en el sector energético, el Presidente Zelenski declaró el 28 de enero, “por favor no creen pánico, Rusia no nos invadirá”; a mediados de febrero el Grupo de Normandía se reunirá para retomar el Acuerdo Minsk II, Rusia y EEUU en medio de la tensión continuarán dialogando, el 7 de febrero el Canciller alemán Olaf Scholz visita a Biden, mientras el Presidente de Francia visita a Moscú.
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[1] Las relaciones Otan-Rusia desde la caída del Muro de Berlín: la Cumbre de Lisboa. Instituto Español de Estudios Estratégicos, diciembre de 2010.
[2] El desafío de Putin a la hegemonía occidental. Adam Tooze. Rebelión, 2-02-2022.
[3] Estados Unidos busca la guerra en Ucrania. Andrei Raevsky. Observatorio de la Crisis, 2-02-2022.