LAS HISTÓRICAS MOVILIZACIONES SOCIALES DEL 2021

LAS HISTÓRICAS MOVILIZACIONES SOCIALES DEL 2021

Raúl Contreras

Las movilizaciones populares más fuertes de los últimos 70 años ocurrieron en el 2021, durante 10 semanas el país estuvo sacudido por esta conmoción, presión por cambios hecha por las clases populares y medias que aceleró el declive del Gobierno de Duque y del uribismo.

Estas portentosas jornadas fortalecen las aspiraciones de cambio de la mayoría de colombianos, cristalizadas en los levantamientos populares y la rebelión, en la actual campaña electoral o por otros cursos de acción en los que se entrecruzan las vías anteriores.  

Los avances en las movilizaciones presentan también vacíos en las fuerzas populares y revolucionarias, que limitaron su portentosa potencialidad, rebajaron la acumulación de fuerzas y su incidencia en una mayor crisis de gobernabilidad y de régimen.

En el Comité Nacional de Paro (CNP) primó la conciliación, el gremialismo y el carácter excluyente de los sectores que allí hegemonizan, mientras en los nuevos agrupamientos surgidos al calor del Paro Nacional sufrieron del aislacionismo y la dificultad para ‘ser con otros’; es motivo de debate las conductas que priorizan la cuestión electoral subordinando a esta la movilización.

Estos problemas agregados a la tradicional dificultad del campo popular y revolucionario para tratar las contradicciones llevaron a la división, la fractura y la dispersión del entusiasmo de las fuerzas movilizadas, mermando las extraordinarias potencialidades de los importantes contingentes de pueblo movilizado en el Paro Nacional iniciado el 28 de abril.

No negociación y despiadada represión

El Gobierno se negó a negociar el Pliego presentado por el CNP pese a las 10 semanas continuas de movilización, conducta de la extrema derecha uribista igual a la que ha mantenido con las fuerzas insurgentes, plasmada también en el desconocimiento e incumplimiento del Acuerdo firmado con las Farc; a la vez, el gobierno, la clase dominante y sus grandes empresas de comunicación desataron una gran campaña de desinformación y estigmatización contra las movilizaciones.

El Gobierno sacó el Ejército a las calles y bajo el eufemismo de una supuesta Asistencia Militar prácticamente decretó la Conmoción Interior en varias regiones, utilizó las armas de Guerra, helicópteros y tanquetas contra la protesta social, dio vía libre y legitimidad al paramilitarismo urbano llamado “Gentes de Bien”, asesinó y desapareció a decenas de manifestantes y encarceló a miles de ellos.

Durante el Paro Nacional las organizaciones defensoras de Derechos Humanos registraron 87 asesinatos, la mayoría de ellos perpetrados por las Fuerzas Armadas, 300 desaparecidos, 103 personas con lesiones oculares y 35 víctimas de violencia sexual [*]; en los meses posteriores al Paro el régimen prosigue la cacería contra activistas que participaron en las movilizaciones y los jóvenes de la Primera Línea, de estos suman casi 300 detenidos y judicializados. 

Nuevas expresiones de lucha

La protesta tuvo un alto componente urbano pues en los primeros años de este ciclo de ascenso de las luchas sociales iniciado en 2008 habían primado los sectores rurales, desde el 2017 la participación urbana viene en ascenso y se afianzó en octubre de 2018, noviembre de 2019, septiembre del año pasado y ahora en este 2021.

Los cortes de vías ocurrieron en cantidad nunca vista por su cobertura geográfica y duración, la protesta se desarrolló de manera simultánea en distintas Comunas dentro de una misma ciudad con Asambleas Populares, Ollas Comunitarias, Puntos de Concentración y Resistencia liderados por la Primera Línea. 

Cobraron mayor realce lo artístico y lo lúdico con expresiones significativas y novedosas destacadas desde 2019, también la lucha por la verdad en las comunicaciones logró mayores desarrollos desde las redes sociales, a través de miles de vídeos que mostraron los crueles hechos de violencia y terror policial, pruebas incontrovertibles que desnudaron ante el mundo el tratamiento de Guerra que el régimen da a la protesta social.

Hacia adelante

De los dos meses y medio de movilización quedan nuevos acumulados de conciencia y disposición a la lucha por cambios, mayor rechazo al Gobierno y al régimen de dictadura mafiosa; ninguna de las demandas fue resuelta, la situación social es ahora más crítica y se respira mayor inconformidad, la protesta popular adquiere nuevas dimensiones lo que hace prever una mayor conmoción social, nuevos estallidos y mayor respaldo a las salidas de cambio y a las opciones electorales del centro y la izquierda. 

La lucha de clases una vez más se ha expresado con mayor nitidez, el curso y los escenarios de futuro dependen de las condiciones objetivas y de la decisión, aciertos, confluencia, fuerza y visión de las organizaciones revolucionarias y los sectores progresistas.

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[*] Defender la libertad, Temblores, Indepaz.

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