LA CIA Y EL IMPERIALISMO DE MANUAL
Amalia Santana
Mucho se dice sobre lo anacrónico de las formas de lucha, a las que históricamente hemos acudido los pueblos para defendernos de la tiranía. ¿Y qué decir de las tácticas imperialistas?
Cierto es que “inventamos o erramos”, y que las fuerzas que construimos un nuevo proyecto de humanidad debemos evaluar, innovar y actualizar nuestras formas de luchar. El que sí no renueva sus rancias tácticas es el imperialismo norteamericano, y lo hace porque bien sabe que le siguen funcionando, cuando cuenta con la complicidad de las oligarquías latinoamericanas y todos sus medios de comunicación y propaganda.
En los cada vez más osados ataques al sentido común y a la inteligencia de los pueblos nuestroamericanos, Trump ha anunciado la semana anterior la realización de acciones encubiertas de la CIA en Venezuela. ¡Como si alguna vez hubieran dejado de hacerlas! Lo novedoso, eso sí, es que esta es la primera vez en la historia que se anuncian públicamente, en lo que parece más bien un nuevo ejercicio de la guerra psicológica, con la que el gobierno de Estados Unidos pretende amedrentar al gobierno y al pueblo venezolanos. ‘Mostrar los dientes’ y seguir ‘pescando en río revuelto’, a ver qué les resulta.
Escuchar hablar de la CIA nos remonta a las operaciones anticomunistas y a los golpes de estado de los 60s y 70s en toda la región. Sin embargo, la actuación de este organismo no ha sido meramente coyuntural o excepcional; sino que EEUU ha sostenido una política permanente de injerencia en la región, desde la creación de la CIA en 1947, dirigida a aniquilar cualquier opción de gobierno que no sea servil a sus intereses. Esta actuación ha sido constante y se ha expresado especialmente en las acciones de propaganda política y sabotaje, que realizan hace más de 20 años en Venezuela y desde 1954 en toda América Latina.
La estrategia es de manual. Son nueve tipos de operaciones que se han aplicado al pie de la letra desde que, en 1954, la CIA financiara y apoyara el golpe de estado en Guatemala contra Jacobo Arbenz, un gobierno democrático que cometió el grave delito de exigirle a la United Fruit Company el pago de impuestos en su país. Desde entonces y hasta ahora, una a una se repiten como tragedia, estas acciones criminales contra nuestros pueblos, con la complicidad de las oligarquías “nacionales” y ante los ojos del mundo entero.
1) Apoyar y fortalecer grupos políticos de derecha:
Así como a la actual oposición Venezolana, en el pasado la CIA brindó apoyo a desertores cubanos que planearon y ejecutaron la fracasada invasión a la Bahía de Cochinos en 1961 y al movimiento militar que organizó el golpe de estado contra Salvador Allende en 1973, por solo mencionar algunos.
2) Desprestigiar a los gobiernos y fuerzas populares a través de sofisticadas operaciones de propaganda contra insurgente y anticomunista:
Hoy los influenciadores y youtubers de la oposición venezolana, los tanques de pensamiento y los medios de la derecha regional amplifican la farsa de que, el gobierno de Venezuela y cualquier expresión revolucionaria es “narcotraficante”. Así mismo, en los 60 fue la propaganda anticomunista desplegada a través de emisoras creadas por la CIA en Guatemala, Nicaragua, Ecuador; o en los 70 la instrumentalización de la prensa chilena en el golpe de estado contra Allende y la creación de agencias de noticias para desestabilizar al gobierno ecuatoriano de José María Velasco.
3) Entrenar y financiar grupos armados y paramilitares:
El caso emblemático es el de los grupos de La Contra en Nicaragua en 1980, creados por la CIA para atentar contra el gobierno de la revolución sandinista. Pero no es el único caso, en los archivos que se han desclasificado se encuentra el suministro de armas y entrenamientos a grupos armados y oficinas de seguridad, para reprimir al pueblo en Uruguay, Perú, Argentina y Colombia.
4) Promover sabotajes y embargos económicos:
La receta de generar crisis económicas, escasez y desabastecimiento la hemos visto aplicada en Chile, Cuba, Venezuela y todos los gobiernos progresistas de la región.
5) Ataques letales y asesinatos selectivos:
En los múltiples intentos de asesinato contra Fidel Castro intentaron incluso armas biológicas y pastillas con veneno. Tuvieron éxito en su alianza con el derechista boliviano Barrientos en 1967 para acabar con la vida del Che.
6) Infiltrar gobiernos para impedir el avance de la insurgencia y las fuerzas de izquierda:
Con este propósito desarrollaron desde 1975 el Plan Condor, orientando a combatir a las guerrillas y a impedir el triunfo democrático de los movimientos populares en Ecuador, Perú, Brasil y Colombia.
7) Ejecutar golpes de estado:
Desarrolladas la mayoría de las anteriores operaciones, el camino quedó listo para los golpes de Estado en Guatemala, República Dominicana y Chile.
8) Promover dictaduras militares:
Los golpes de estado no han sido suficientes, ha sido precisos asegurar con violencia, genocidios, asesinatos, desapariciones y torturas la hegemonía del imperialismo norteamericano en complicidad con unas apátridas clases políticas locales.
9) Preparar y ejecutar invasiones militares a nuestros países:
A Cuba en 1961, a República Dominicana en 1965, a Granada en 1983 y a Panamá en 1989.
Esta es pues, la receta fabricada en los 60 y 70 al calor de la llamada Guerra Fría. Es la misma que se ha aplicado desde 2001 a los pueblos islámicos en Oriente próximo y la que se reeditó en nuestra región durante la oleada progresista de inicios de siglo. Es la misma del impeachment a Dilma Russef, del juicio a Lula, del golpe a Evo Morales. Es la misma de la fracasada Guerra contra las drogas.
Con las operaciones de propaganda de la CIA, el imperialismo ha convertido a luchadores y luchadoras de todo el mundo en los peores “monstruos#: bandoleros, comunistas, terroristas, corruptos, narcotraficantes, demonios y brujas. Aun así, como en Vietnám y Playa Girón, la valentía y la creatividad de los pueblos que luchan ha sido capaz en el pasado, así como lo será ahora, de derrotar a los verdaderos enemigos de la humanidad, así cuenten con el ejército más grande del mundo.