EL GOBIERNO Y LAS ECONOMÍAS ILÍCITAS

EL GOBIERNO Y LAS ECONOMÍAS ILÍCITAS

Sergio Torres

Mientras el presidente reduce el conflicto interno a disputas por economías ilegales, le siguen estallando escándalos de corrupción entre sus funcionarios más cercanos, lo que demuestra que la corrupción es la principal economía ilícita del país, de la que se lucran todos los poderes del Estado.

Cumplido su tercer año del gobierno, siguen apareciendo casos y profundidades de la corrupción que no pudo contener. Por el contrario, la continuidad de tramas corruptas al interior del gobierno de personas muy cercanas al presidente, difiere en muy poco de los gobiernos anteriores. Las compras de votos, sobornos, clientelismo, robo de recursos, funcionarios prófugos de la justicia, entre otros casos, continúan al orden del día.

La corrupción todo lo lubrica

Hace meses que el presidente, en un Consejo de ministros televisado, dijo que: “el presidente es revolucionario, el gobierno no”. Con la cual se trató de ‘lavar las manos’ sobre las promesas incumplidas y la aparición de la escuela corrupta desarrollada por funcionarios que él nombró. Obviamente, esta frase solo comprobó el talante del mandatario, quien con excusas retóricas trata de ‘tapar con un dedo’ el sol de corrupción que los achicharra.

Ahora, se encuentra en el ‘ojo del huracán’ el anterior Ministro de hacienda, Ricardo Bonilla, por su vinculación con el entramado de corrupción de la Unidad Nacional de Gestión del Riesgo (UNGRD), según evidenciaron las grabaciones de conversaciones sostenidas con su asesora María Alejandra Benavides; según esta, vincula a Bonilla y a otros funcionarios de este Ministerio, y de la Unidad Nacional de Tierras en el desvío de recursos públicos para pagar sobornos a Congresistas, a cambio de votar favorablemente iniciativas del gobierno.

Viejas y nuevas camarillas de corruptos

Esta semana apareció Carlos Manrique también implicado en la corrupción de la UNGRD, que se agrega a la nueva camada de corruptos que trajo Petro y su gobierno, entre los que ya estaban Otty Patiño, Álvaro Jiménez y el prófugo Carlos Ramón González.

Manrique fue el director del Departamento Administrativo de la Función Pública del gobierno. En las investigaciones aparece como una de las cabezas del desvío de fondos con los cuales direccionaban la entrega de contratos, es decir, desviaban los recursos proyectados para obras en las regiones y con ellos pagaban a Congresistas para que estos aprobaran otros millonarios contratos.

Siguiendo los pasos de Carlos Ramón González, quien huyó prófugo de la justicia, Manrique no se presentó a las citaciones del ente investigador y se mantiene en esa misma condición de prófugo. Quien sí se entregó fue Jorge Aristizábal, de quien se dice que era su hombre de confianza. Durante lo corrido de agosto, van seis funcionarios que se entregan a la justicia, tras la emisión de órdenes de captura por esta trama de la UNGRD.

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