LA RESISTENCIA POPULAR TRAERÁ CAMBIO

Damaris Izaguirre
Los abusos del régimen y el favorecimiento exclusivo a sus intereses, han llevado a que Los Nadie y la Colombia profunda se hundan en los cordones de miseria, a la vez que son perseguidos y atacados cada vez que exigen cambios estructurales.
El actual Gobierno dice llamarse progresista, porque se postuló y llegó al poder con banderas de cambios y transformaciones socio-políticas, que incluían deponer la Doctrina de Seguridad Nacional y romper los lazos con el arcaico régimen, responsable de la pobreza y la desigualdad que campea por todo el país. Pero los hechos muestran que estamos ante un Gobierno prepotente e incoherente, que dice querer lograr cambios significativos y gobernar en favor de Los Nadie, pero a la vez continúa sosteniendo viejos politiqueros y, generando políticas que permiten el remozamiento del régimen y mantienen intactos los intereses del Tío Sam.
Las promesas de acabar con la corrupción y el clientelismo no pasaron de ser ‘castillos de humo’ que se disipan en aire; el continuo cambio de Ministros en torno al favorecimiento de los partidos del régimen, dejan ver que los cargos burocráticos gubernamentales siguen siendo una moneda de cambio, para pagar favores y clientelas políticas, bajo el sofisma de que solo así se consigue la gobernabilidad, que en las praxis no sirve para nada o acaso, ¿cuántas reformas le han aprobado al Gobierno producto de esta lógica clientelista?, no olvidemos que hace poco salió Vargas Lleras -máximo representante del régimen-, a decir “nosotros tenemos un plan B, antes de que esta reforma sea sancionada, vamos a sacar a miles y miles de personas, pero no, se quedaran trabajando bajo estas normas”, ¿es de beneficio para los intereses populares que Petro continúe aliado con el régimen?
Los hechos hablan por sí solos, son irrefutables y dejan en evidencia que este Gobierno no es capaz de realizar las transformaciones de fondo que Colombia exige, porque ello implica romper con el régimen y desconocer las órdenes del Tío Sam, cualquier cambio real por incipiente que sea, no vendrá de manos ni de este ni de ningún Gobierno que este direccionado por el Tío Sam; por lo tanto, es vigente la consigna de que ‘solo el pueblo salva al pueblo’, y en manos de este está alcanzar unidad de clase y luchar de manera decidida por lograr un país donde quepamos todos, en paz con justicia y equidad social.
Ni más ni menos, las reformas acomodan de forma engañosa al sistema en los sectores populares, las transformaciones exigen cambiar estructuras de poder, y modelo de estado, sin ese logro seguirán intactos los inamovibles de siempre, modelo de estado, estructura económica y la práctica de la doctrina de seguridad nacional, que en la práctica, es darle tratamiento de enemigo interno a toda expresión de protesta popular