EL MODELO DE PACIFICACIÓN, ¿EXITOSO PARA QUIÉN?
Comando Central (COCE)
Al finalizar el 2020 cumplió 4 años de firmado el Acuerdo de Paz con las FARC, que para las élites dominantes ha constituido un éxito, pero para Colombia no lo es.
Para la minoría que manda en el país el post Acuerdo le sirve para no asumir responsabilidad por el estado de Guerra en que mantiene a Colombia, con el que extermina a sus opositores buscando que nada cambie en la vida del pueblo; para lograr este resultado el régimen al principio se complementaba con la mafia, hasta que ésta terminó convirtiéndose en la facción burguesa hegemónica, experta en corromper y matar para perpetuarse en el poder.
Este modelo de pacificación oligárquico que solo sirve a una minoría es un desastre y a la vez un reto para la gran mayoría que hoy exige Paz con justicia social y cambios, en una ruta de Solución Política del Conflicto que garantice acabar con la corrupción, el empobrecimiento, la depredación ambiental, el sometimiento a intereses foráneos y sacar la violencia de la política.
A la pacificación de las clases dominantes hay que oponerle un Proceso de Paz desarrollado como proyecto común de las y los colombianos, lograble solamente mediante la movilización y la lucha ascendente de las mayorías nacionales.
Ahora que en el ambiente preelectoral colombiano entran en debate los programas de las distintas fuerzas políticas, el desarrollo del Proceso de Paz se coloca al centro como elemento de contradicción, entre quienes persiguen seguir lucrándose del Conflicto Interno y los que buscan pasar la página de la guerra; entre quienes pugnan por extender la vida útil del régimen de dictadura mafiosa, y las fuerzas alternativas que luchan por democratizar el país.
Para construir un proceso de Solución Política del Conflicto que traiga Paz con justicia social, democratización y soberanía para Colombia pueden seguir contando con el Ejército de Liberación Nacional.