MANEJO RETORCIDO DE LOS PACTOS SOCIALES REGIONALES

MANEJO RETORCIDO DE LOS PACTOS SOCIALES REGIONALES

Himelda Ascanio

La llamada crisis en el Catatumbo hizo que se revelara una realidad que, aunque ya venía siendo denunciada, permanecía oculta y manipulada: La Paz Total del gobierno es en realidad la continuidad del plan contrainsurgente, devastador de territorios.

El gobierno de Gustavo Petro convocó y publicitó la idea del Pacto Social por la Transformación Territorial del Catatumbo; sin embargo, tal como sucedió con el Mandato por los Cambios, entregado por las organizaciones y movimientos sociales que se jugaron la vida durante el Estallido Social de 2021, este tampoco fue cumplido. Hoy las organizaciones sociales de la región exigen que se haga realidad.

En varias regiones del país, el gobierno ha creado ‘cortinas de humo’ que tratan de esconder la reales intenciones y realidades, de la alianza e impulso al paramilitarismo que desde el Estado colombiano ha tenido plena continuidad, apoyo y fortalecimiento. Lo acontecido en el Catatumbo es la muestra, la develación de un plan de engaño que venía cimentándose con la aquiescencia del gobierno progresista.

El accionar militar del ELN evidenció la configuración de un paramilitarismo reciclado en el gobierno de Petro. Y la reacción de este fue confirmarlo todo y revelar lo que verdaderamente es la Paz Total. Con total cinismo el Estado colombiano se lanzó a proteger a sus paramilitares de la disidencia 33 de las ex-Farc. A través de la manipulación mediática, tan sencilla en una guerra donde se actúa con dos y tres banderas, además de usar las empresas mediáticas del establecimiento, se presentó como rescates y desmovilizaciones, la protección y colaboración que abiertamente las Fuerzas Armadas le prestan a estos grupos Exfarc.

La respuesta política de Petro fue otro engaño. El decreto de Estado de Conmoción en el Catatumbo, ni siquiera se refiere a la expansión del paramilitarismo y su operador en la zona. Niega y no reconoce las varias alertas tempranas que se habían radicado y publicado desde las organizaciones sociales y la propia Defensoría del Pueblo, como lo fue la Alerta Temprana 021-24 que desde la propia introducción planteaba: “El riesgo advertido en la presente Alerta Temprana de Inminencia, está relacionado con la expansión territorial del actor armado no estatal denominado Frente 33, disidentes de las antiguas Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC-EP)” [*].

Para rematar y resaltar las evidencias, el gobierno decidió desconocer -otra vez- las voces populares que exigían una presencia estatal basada en el Pacto por el Catatumbo, no la militarización y exacerbación de la guerra. La oligarquía, a través de Petro, no solo envío sus tropas, sino que desmontó la Mesa de Diálogos con el ELN e inició una campaña de legalización del paramilitarismo reciclado por medio de la Consejería Comisionada para la Paz.

El colofón de esta nefasta, aunque tal vez necesaria, evidenciación del gobierno de Petro, fue el deslinde del presidente con los de abajo, los Nadie, las mayorías excluidas y el proyecto de cambios que en algún momento pareció representar.  Ante las críticas por su cercanía de corruptos representantes del viejo régimen mafioso, el presidente eligió abiertamente defender y ponerse del lado de los poderosos.

Pero, contrario a lo que dice Petro en la plenitud de su soberbia, es justamente ahora el momento de hablar, analizar, recrear y proyectar como tema movilizador: la clase popular, la lucha de clases. Conscientes que en Colombia buscar la Paz es ya un acto revolucionario, entonces lo que se requiere es una revolución y estas las hacen los pueblos.

Asesinados esta semana

Didier de Armas Sierra, fue asesinado el 3 de febrero de 2025 en Santa Marta, Magdalena. Era un reconocido líder cívico y comunitario del barrio Ciudadela 29 de Julio.

Robinson Loaiza López, fue asesinado el 6 de febrero de 2025 en Santa Rosa del Sur, Bolívar. Era un reconocido líder social, quien se desempeñó como presidente de la Junta de Acción Comunal de la vereda El Golfo en el municipio de Santa Rosa del Sur, Bolívar.

Jhon Alberto Plaza, fue asesinado el 6 de febrero de 2025 en San Andrés de Tumaco, Nariño. Era un reconocido líder social destacado por su labor cultural y deportiva en la Junta de Acción Comunal de Candelillas, del municipio de Tumaco, Nariño.

Jorge Enrique Cano Jaramillo, fue asesinado el 7 de febrero de 2025 en Santo Domingo, Antioquia. Era docente de la Institución Educativa Roberto López, sede Sofía en Santo Domingo. Además, era afiliado de la Asociación de Institutores de Antioquia -ADIDA- y de Fecode.

James Tomás Guanga Quelal, fue asesinado el 7 de febrero de 2025 en Ricaurte, Nariño. Era un reconocido líder juvenil indígena Awá del Resguardo Pialapi Pueblo Viejo, quien hacía parte de la Asociación de Autoridades Tradicionales Indígenas Cabildo Mayor AWÁ de Ricaurte CAMAWARI.

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[*] https://alertasstg.blob.core.windows.net/alertas/021-24.pdf

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