EL RÉGIMEN NOS AMORDAZA
Damaris Izaguirre
En Colombia pensar diferente, denunciar los vejámenes y los crímenes de Estado, configuran una pena de muerte, ejecutada por los las fuerzas estatales y paraestatales y encubierta por el régimen y sus instituciones.
El régimen se ha caracterizado por recurrir a cualquier forma de violencia para sostenerse en el poder y mantener el statu quo; a la par utiliza diferentes medios para que sus crímenes y vejamenes queden en completa impunidad. En Colombia tenemos una pseudodemocracia, donde la la libertad de expresión y pensamiento está en el papel y en el discurso demagógico, libertad que es un derecho fundamental de especial protección, sin embargo, el exterminio de los líderes sociales y la persistencia de la Doctrina de Seguridad Nacional y su política de Enemigo Interno, dejan claro, que es el régimen quien elige y decide qué se dice y cómo se dice, y determina exterminar a todo aquel que se salga de este molde y tan siquiera discrepe del statu quo.
Meses atrás el Congresista Miguel Polo Polo revictimizó al colectivo de las Madres de Soacha, al atentar contra uno de sus performances de memoria; ahora el régimen a través de uno de sus principales peones y estandarte del uribismo, Federico Gutiérrez (Fico), el alcalde de Medellín, una vez más pone cortapisas a la libertad de expresión y pretende borrar de la memoria histórica los vejamenes del régimen; Gutiérrez como todo un dictador y defensor de los crímenes de Estado, sin ningún reparo ordenó borrar un mural que recordaba las fosas comunes de la Escombrera y la violación a los derechos humanos que significó la Operación Orión, perpetrada durante el gobierno de Uribe (2002-2010). Fico tuvo el descaro de decir:
“Una cosa es el graffiti como expresión artística, ejemplo lo que se ha logrado en la Comuna 13 y en otras zonas de Medellín. Es más, está reglamentado por un Acuerdo municipal. Y en nuestro Plan de Desarrollo hemos definido intervenir 30.000 metros cuadrados con arte urbano. Otra cosa muy diferente es el desorden y quienes simplemente quieren generar caos y poner fea y sucia la ciudad. Acá hay respeto por las expresiones artísticas y las apoyamos, y al mismo tiempo tenemos claro que el espacio público de la ciudad es de todos y hay mantenerlo limpio y bonito.”, ¿dónde queda la libertad de expresión?, ¿por qué el régimen es quién decide que es arte?, ¿por qué Fico no ordenó borrar el graffiti tributo a su patrón Pablo Escobar?
Las víctimas no buscan ‘verdades a medias’ o convenientes para una de las partes del conflicto, ellas buscan saber la ‘verdad total’ por cruenta que sea, de igual forma esperan denunciar y difundir la barbarie del régimen, y esto incluye que el sistema judicial no limite su acción a los ejecutores, que al final son peones de un régimen despiadado, sino que la extienda a los determinadores de los Crímenes de Lesa Humanidad y Crímenes de Guerra, donde sus principales perpetradores sistemáticos son las Fuerzas Armadas en colusión con los paramilitares.
El exterminio del liderazgo social forma parte de las ordenes impartidas por el Tío Sam, además de ser instrumental para el régimen, por lo tanto, solo puede ser detenido si este o cualquier gobierno toma la firme determinación de hacer ruptura categórica con este régimen necrófilo; sin embargo, los hechos muestran que esta administración ‘habla duro’, pero no está dispuesta a romper con el viejo régimen, y construir una gobernatura del pueblo y para el pueblo.
La verdad se construye desde las víctimas y teniendo claro que no existen víctimas de primer y segundo orden; además la verdad que exigen las víctimas y el derecho a la libre expresión no puede ser usurpado y soslayado por el régimen; por lo tanto, solo queda una opción, la lucha organizada y frontal de los excluidos, de los grandes grupos sociales de ascendencia popular, para construir un cambio con equidad social, porque ‘solo el pueblo salva el pueblo’.