EL VIRUS QUE DESTRUYE A COLOMBIA

EL VIRUS QUE DESTRUYE A COLOMBIA

Chavela Villamil

Durante décadas Colombia ha sido azotada por un virus más caótico y letal que el Covid-19, la corrupción ha infectado a todas las esferas del poder y no es combatida porque en sí misma es la que alimenta y sostiene el régimen.

Las catástrofes naturales y socioeconómicas son situaciones favorables para la corrupción, desde luego la pandemia del Covid-19 no es la excepción, no solo han especulado y estafado con los recursos destinados para enfrentarla sino que además, han expedido numerosos Decretos que solo favorecen a los grandes empresarios, en especial a la Banca.        

Confundir para lucrarse

En Colombia la comercialización de las vacunas contra el Covid-19 han generado más dudas que certezas, el Gobierno ha tejido un manto de misterio sobre la contratación, además, inicialmente se opuso a que los entes territoriales adquirieran biológicos por su cuenta, ¿por qué el secretismo?, ¿será otra jugada económica que solo favorece a unos pocos?

Una de las vacunas por las que optó el Gobierno es de las de mayor complejidad –Pfizer–, no sólo implica altos costos de almacenaje y distribución, sino que además la morfología del terreno impide que el biológico pueda ser llevado a muchas regiones del país.

Las vacunas entre la demagogia y la corrupción

En diciembre del año anterior el Gobierno anunció la adquisición de 40 millones de dosis de vacunas contra el Covid-19, Pfizer y AstraZeneca 10 millones de dosis de cada una, y otros 20 millones de dosis a través de la plataforma Covax [1]; sin embargo, este anuncio al igual que el plan de vacunación planteado para el primer semestre de 2021, no han pasado de ser especulación mediática, en lo concreto hay más dudas que respuestas.

Recientemente la Procuraduría General realizó 12 observaciones al Plan Nacional de Vacunación contra el Covid-19, afirma que “potenciales fallas en su ejecución podrían poner en riesgo su cumplimiento, en detrimento de los derechos a la salud y a la vida de los colombianos” [2].

Según la Procuraduría el plan de vacunación no establece un cronograma de ejecución con fases y tiempos definidos, ni tampoco consigna cómo se garantizará la provisión de todos los insumos y elementos de bioseguridad requeridos, ni el transporte adecuado de los biológicos, entre otros [3].

Aunado a estas fallas está el costo de las vacunas, recientemente algunos políticos de la oposición denunciaron que Duque se ha negado a hacer públicos los contratos, por que negoció las vacunas a 21 dólares la unidad, con respecto al costo que han pagado otros países la cifra es astronómica, ¿Duque es mal negociante o es corrupto?

Por si fuera poco el ex zar anticorrupción, Camilo Enciso, afirma que la Subcuenta Covid-19 de la Unidad Nacional para la Gestión de Riesgo, se está usando para atender favores políticos al ex candidato a la Alcaldía de Bogotá Miguel Uribe Turbay, que es el encargado de la compra de las vacunas contra el Covid-19 [4], en otras palabras, clientelismo burocrático.

Cambiar el modelo para acabar la corrupción

La corrupción persistente en nuestro país se debe al contubernio entre los 3 poderes del Estado –ejecutivo, legislativo y judicial–, el control que deberían ejercer ha sido reemplazado por un sistema donde las diferencias se resuelven con sobornos y cargos burocráticos.

La corrupción en Colombia es un fenómeno sistémico que no será frenado por el Gobierno ya que sería atacarse a sí mismo; por consiguiente, solo la lucha popular puede restablecer un orden jurídico y legislativo, y generar las transformaciones políticas y sociales que el país necesita. 

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[1] Colombia anuncia 40 millones de vacunas contra la covid-19. El País, 19-12-2020. 

[2-3] Los cuestionamientos de la Procuraduría al plan de vacunación contra el coronavirus. Semana, 9-01-2021.

[4] El nuevo lío que le salió a la compra de las vacunas contra la COVID-19. La Opinión, 18-01-2021.

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