UN SALARIO QUE MEJORE LA CALIDAD DE VIDA

UN SALARIO QUE MEJORE LA CALIDAD DE VIDA

Claudia Julieta Parra

La debacle económica actual es de orden multifactorial, sin embargo, la pérdida de poder adquisitivo per cápita, es una de las principales razones por la cuales es creciente y recurrente la caída abrupta de la demanda, lo que hace precaria la economía y aumenta la pobreza.

Al entrar en el penúltimo mes del año, empieza a cobrar vigencia el incremento del Salario Mínimo (SM) y desde luego inicia la puja entre las Centrales obreras y sus sindicatos, y los representantes de los emporios y los empresarios. No se puede desconocer que el salario mínimo es representativo e impacta las finanzas de un sector poblacional considerable, sin embargo, 8 de cada 10 trabajadores no tienen un trabajo formal y se desenvuelven en el empleo informal -rebusque-, por lo tanto, sus ingresos no están mediados por el SM y en la mayoría de los casos son inferiores al margen del costo de vida, por lo tanto, sus ingresos son deficitarios y no permiten que tengan un poder adquisitivo acorde a las necesidades básicas.

El principal problema del salario colombiano es que su incremento está determinado por la inflación y no por la productividad, en otras palabras, de nada sirve incrementar la producción ya que las utilidades son monopolizadas por los empresarios y no benefician a los empleados, a quienes el incremento salarial no les permite solventar el aumento anual del valor de los productos. Además, el problema de fondo en nuestra economía, es la pérdida de poder adquisitivo per cápita que es ocasionada por el modelo económico y la política pública de empleo, que insten en favorecer a los empresarios, pero no tiene ningún plan o programa de formalización del empleo.

Este año no solo se debe contemplar un incremento salarial que permita sobrevenir al alto costo de vida, sino que además modifique el actual modelo laboral y permita la formalización y generación de empleo; se debe tener en cuenta que los trabajadores no solo son actores por un contrato sino también son consumidores del mercado, por tanto, incrementar el poder adquisitivo de los trabajadores incrementa el capital líquido circulante lo que induce automáticamente el incremento de la demanda, en otras palabras, un empleado que gana más consume más y a mayor consumo mayor productividad de las empresas.

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