8M: ‘PROVENGO DE UNA REGIÓN MUY MARAVILLOSA’

8M: ‘PROVENGO DE UNA REGIÓN MUY MARAVILLOSA’

Kissy

Provengo de una región muy maravillosa por su flora y fauna, por sus ríos y su océano Pacífico, belleza que contrasta con ser un departamento pobre, lleno de necesidades, donde la salud y la educación son pésimas, los trabajos esclavizantes, sin viviendas ni recreación.

En mi departamento hay muchos municipios olvidados, les hablo del Truandó, una región lejana e ignorada por el gobierno colombiano, allí la población es afro, indígena y mestiza; es un municipio donde las habitantes tiene que alimentarse de lo que produce la madre tierra, como la pesca, la casería, las siembras de pancoger; el transporte es muy difícil la vía terrestre hay que ir a pie, y por las aguas se va en botes o champas.

Este es Chocó donde yo nací, arropada por el calor de una familia numerosa; desde muy niña conozco a los elenos, nací en una región donde el ELN ha estado vigente por muchos años. La primera vez que recuerdo que hicieron un evento escolar en mi pueblo, fue porque el ELN lo organizó, nos hicieron campeonatos de fútbol, una miniteca para niños de 2 pm hasta las 5 pm y un reinado de las madres de familia. En realidad, nunca fui ajena a esta guerrilla.

A la edad de 11 años salí a estudiar a una ciudad, fue una época muy difícil para mí porque no contaba con la compañía de mis padres en ese momento. Yo era una niña muy hiperactiva, me gustaba jugar fútbol, china, quemao, yeimy, belillo y toda clase de juegos infantiles, que en la ciudad ya no tenía oportunidad de jugarlos. En las vacaciones de diciembre retorné al Truandó y de nuevo me encontré a los compañeros del ELN haciendo trabajo social con las comunidades.

Yo tenía muchos amigos y conocidos, una vez los invité a hacer una comida y a compartir un rato, entre ellos había una compañera que tenía tiempo de haberla conocido, hablando con ella me contaba muchas historias del ELN, del por qué estaban armados, a mí me gustó la idea y decidí pedir la incorporación.

Decidí llegar hasta el campamento y pedir la incorporación, me contestaron que no, porque el ELN tenía una relación muy estrecha con mi familia y no podían decidir sin escucharla, les insistí y me dejaron allí hasta que amaneciera para devolverme a la casa; en la mañana llegaron los líderes de la comunidad y mis padres a buscarme, hicieron reunión para aclarar todo, luego me llamaron al sitio de la reunión, a preguntarme si yo me quería ir con mis padres, pero yo decidí quedarme. El ELN se comprometió con los líderes y con mi familia de que si no me amañaba, ellos se hacían cargo de devolverme a la casa; pasaron los meses y me enamoré de esta guerrilla.

Ya después que tomé la decisión de quedarme, comencé mi vida como guerrillera, fueron mis primeros pasos en la vida de un ser en transformación, enfrentando experiencias y realidades muy difíciles, pero muy agradecida con los héroes que hoy no están, fue un honor vivir mis primeros pasos al lado de ellos. Gracias a esta organización, soy una mujer diferente, nueva en pensamientos y corazón; siempre me han brindado muchas oportunidades para aprender de salud, economía, sistemas, cómo hacer minados defensivos y muchas cosas más, necesarias para ser una mujer que resiste, en este camino de revolución.

Fue la mejor decisión que pude haber tomado para mi vida, a pesar de las agresiones que nos hace el sistema capitalista opresor, es aquí el lugar donde las mujeres de Colombia y del mundo debemos emprender el camino y sueño de libertad. Me siento muy orgullosa de pertenecer al ELN, mis padres y mis ancestros que vivieron la explotación racial y económica, más los que están vivos y los que descansan en las tumbas, se sentirán muy orgullosos de saber que soy una mujer, de las hoy empuñamos un fusil por defender la vida, la cultura y todo lo que nos ha sido arrebatado por el sistema capitalista y los ricos que gobiernan nuestro país.

He aprendido del comandante Camilo Torres que “las mujeres por ser doblemente explotadas, debemos ser doblemente revolucionarias”. Esta es mi historia, gracias al ELN por permitirme hacer parte de ti.

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