NO ES POBREZA, ES EL SISTEMA

Damaris Izaguirre

Concluye en Cali la COP16, evento demagógico convertido en cortina de humo del régimen, para encubrir problemas de fondo como el empobrecimiento y la exclusión de la gran mayoría, que a su vez gestan el conflicto armado.

Desde el Presidente en adelante han sacado pecho por la realización de la COP 16, repleto de disertaciones y discursos elocuentes y emotivos, que nunca producen cambios reales, ya que implementar cambios estructurales que detengan el cambio climático y protejan la biodiversidad, implica deponer el sistema capitalista-neoliberal y desestabilizar el statu quo; un verdadero harakiri, que por su puesto ni el Tío Sam ni los demás imperios pueden permitir, sin embargo, foros y eventos que hablen de salvaguardar el medioambiente distraen la opinión sobre los problemas estructurales, quizás los más relevantes la desigualdad y la pobreza que son producidas y sostenidas por el capitalismo.

La COP16 que se está concluyendo en Cali tuvo un costo de 4,5 millones de dólares e ingresos por 14,5 millones de dólares solo para la industria de alojamiento, y un total cercano a los 30 millones de dólares en ingresos generados por el turismo; negocio redondo para el gran capital y el régimen, pero los colombianos incluyendo Los Nadie pagamos el evento para que unos pocos sabihondos y algunos politiqueros fueran a vacacionar -como bien lo dijo Jaime Raúl Salamanca Presidente de la Cámara de Representantes-, mientras los grandes empresarios engrosaron sus chequeras.

A nadie se le ocurrió que un evento de esta magnitud lo podría financiar el capital privado, mucho menos se les ocurrió una sobretasa o impuesto extraordinario para la industria del alojamiento y el turismo, para de esta manera redituar las ganancias en beneficio del medioambiente y las comunidades de la Colombia profunda, que en realidad son los únicos dolientes reales y sinceros de la naturaleza y sus especies.

Sin demeritar que la pérdida de biodiversidad y el desmedido aumento de la huella de carbono, producto del sistema capitalista y las políticas impuestas por los regímenes nos están llevando a la extinción; el verdadero problema de fondo es la desigualdad que todos los días la vemos y la padecemos, se volvió tan frecuente y cotidiana que la naturalizamos y la volvimos paisaje; pero eventos como la COP16 la resaltan y nos muestran de frente que la pobreza estructural en la que nos sumió el modelo económico para que unos pocos tengan privilegios, es el verdadero problema que está destruyendo Bio-diversidad, en sí misma esta palabreja que por estos días está de moda, pero olvidamos que hace referencia a la diversidad e interacción benéfica entre las especies que habitan un ecosistema, suena obvio pero nosotros somos una especie y desde luego estamos incluidos en el concepto y desarrollo de lo que es la Bio-diversidad, por lo tanto la desigualdad y la pobreza estructural son la principal amenaza que arrasa con la vida, y esto jamás cambiará mientras no se deponga el modelo económico.

Este y todos los Gobiernos deberían empezar a preocuparse por los cerca de 700 millones de personas que viven en condición de pobreza extrema en el mundo, y los 12 millones de colombianos que ganan menos de un salario mínimo y que viven del rebusque. Una cosa dice el Estado y sus pagados medios de comunicación respecto a la desigualdad y la disminución a la pobreza, pero la realidad en las calles es otra, en las cifras el Gobierno muestra orondo que la pobreza y la inflación bajaron, pero esto es una gran falacia. Las estadísticas de pobreza disminuyen porque incrementaron la deuda pública para dar unos pesitos más de subsidios, pero no han invertido en procesos estructurales que combatan la raíz de la pobreza, como lo es cambiar el modelo económico, la falta de empleo y las multimillonarias concesiones a los megarricos; mientras estos cambios no ocurran la publicitada mitigación de la pobreza, no será más que fantasía, un sueño efímero que te hace feliz pero que se disipa rápido.

Ni este ni ningún Gobierno va osar deponer el modelo económico y construir nuevos paradigmas donde Los Nadie sean la prioridad, y se establezcan metas concretas para mes a mes ir cerrando la brecha de desigualdad, jamás veremos a los honorables padres de la patria (HPP) o Congresistas devengando dos salarios mínimos y trabajando de sol a sol como lo hacemos el restos de mortales; el régimen y sus aliados incluyendo el Gobierno del Cambio se autodenominan una clase privilegiada y por ello están dispuestos a defender sus privilegios sin importar la sangre que corra; por lo tanto, solo la lucha popular traerá el cambio, ‘solo el pueblo, salva al pueblo”.