PALESTINA EN LA GEOESTRATEGIA DEL SIONISMO

PALESTINA EN LA GEOESTRATEGIA DEL SIONISMO

Abu Iafa

La disputa mundial por el poder, durante los últimos siglos, se ha librado en varios ejes geoestratégicos, definidos por los intereses voraces del capitalismo.

Estos ejes se definen según el interés de las potencias capitalistas de controlar territorios, recursos y rutas, pero también se han ido configurando de acuerdo a la necesidad de aplastar a los pueblos y gobiernos que se atreven a desafiar su hegemonía, poniendo en riesgo su afán infinito de riquezas y poder.

Uno de estos ejes en la disputa mundial, se encuentra ubicado en lo que el norte global denomina Medio Oriente y que sus pueblos prefieren denominar Asia Occidental.

Dicho territorio pertenece a civilizaciones que han sostenido sus culturas milenarias en un punto estratégico para el comercio entre Europa, África y Asia, que siempre ha sido codiciado por los apetitos de los imperios.

Despojo de la Palestina Histórica

Los territorios históricos de Palestina, Líbano, Siria, Irak, Irán y Jordania, han estado expuestos a siglos de injerencia, que han definido las formas de resistencia de sus pueblos a través del tiempo.

Al finalizar el siglo XIX, el auge de los nacionalismos en Europa, fue el caldo de cultivo para que un grupo de europeos judíos, comenzaran a configurar una doctrina política colonialista a la que llamaron sionismo y a la que sustentaron en el argumento de ser un pueblo elegido por Dios, por encima de los demás pueblos del mundo y tener una «tierra prometida», que además serviría de “barrera protectora” para la civilización occidental.

El sionismo encontró apoyo en poderes políticos y económicos de la Europa de principios de siglo XX y sobre todo del Reino Unido, que lo reconoció y apoyó desde sus inicios.

Luego de la llamada Primera Guerra Mundial, en 1917, después de varios siglos de control del imperio Otomano sobre la región, el Imperio Británico ocupó Jerusalén y su secretario de Relaciones Exteriores, Arthur Balfour, firmó una declaración a través de la cual su gobierno se comprometía a “favorecer el establecimiento en Palestina de un hogar nacional para el pueblo judío”. La declaración de Balfour, se convierte en el primer reconocimiento al proyecto sionista.

A partir de allí, el sionismo aceleró procesos de migración desde Europa hacia el territorio palestino, el cual logró «legalizar» como su propio estado al finalizar la Segunda Guerra Mundial (1939-1945), tras el terrible genocidio del pueblo judío cometido en la Alemania Nazi, cuando Europa decidió pagar sus culpas entregando a sionistas, judíos y judías, no un pedazo de su propio continente, sino un pedazo de Asia Occidental habitado desde hace miles de años por el pueblo palestino.

Semitas y antisemitas

Así, uno de los primeros mandatos de la recién nacida Organización de Naciones Unidas (ONU), fue la creación del «Estado de Israel». Esta «legalidad internacional» fue aprovechada por el sionismo para comenzar, en 1948, un Genocidio al pueblo Palestino que aún se mantiene y que se incrementa bajo la mirada cómplice del mismo organismo que lo engendró, a pesar de que Israel no ha respetado las fronteras del territorio que le regalaron y se ha ido expandiendo ilegal e ilegítimamente sobre el territorio palestino, aprovechando el vacío que genera el hecho de que la ONU no ha resuelto la creación del Estado Palestino.

El sionismo usa a la religión judía y la historia hebrea como máscara. Muchas de sus cabezas son de origen europeo, por eso han cambiado sus apellidos para fingir un origen familiar que no poseen, y en 2018 cambiaron el nombre que le dio la ONU al de “Estado Judío de Israel” e impusieron el hebreo como única lengua.

La gran mayoría de los colonos y colonas israelíes de hoy, no tienen ninguna relación con el pueblo israelita que fue expulsado hace miles de años de ese territorio, pero han ido apropiándose también de la historia y la cultura del pueblo hebreo para justificar la existencia de su colonia y confundir a la opinión pública mundial.

Esta farsa, también les ha servido para calificar de “antisemita” a quien se atreva a criticarles, cuando en realidad si se acepta esa definición bíblica que refiere a los descendientes de Sem, habría que reconocer que los árabes son tan semitas como lo fueron los hebreos que existieron hace dos milenios y, por tanto, el genocidio cometido por “Israel” en Palestina, es un acto antisemita.

Pero el sionismo no se conformará con el exterminio del pueblo palestino. Su doctrina colonial implica la conquista y genocidio sobre casi todo el Asia Occidental y, si no es detenido, conducirá a toda la región a la guerra para apropiarse de Palestina, Líbano, Siria, Irak e Irán.

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *