8M: ‘DEFENDEMOS LOS DERECHOS DEL PUEBLO Y DE LA MUJER’

8M: ‘DEFENDEMOS LOS DERECHOS DEL PUEBLO Y DE LA MUJER’

Keireneth

Cuando yo tenía 12 años mis padres me contaban las historias de cómo había sido la arremetida de los paracos en el 2002 y cómo las guerrillas de ese entonces trabajaban en conjunto, para ayudar al pueblo y acabar con los paracos de la zona.

Mi vida no fue fácil, a la edad de 12 años tenía que trabajar para ayudar un poco, en mi casa éramos 6 hermanos y mis padres, que no contaban con un buen trabajo, mi madre es ama de casa y mi padre es agricultor, nos quedaba difícil el estudio, por lo que no había dinero para comprar los útiles escolares.

A la edad de 16 años empecé a hacer parte de la Junta de Acción Comunal de nuestra vereda, hice parte de la directiva de la comunidad como secretaria del Comité de Conciliación; con varias compañeras que también estábamos afiliadas en esa vereda formamos un Comité de mujeres, al comienzo tuvimos dificultades con algunas muchachas que tenían maridos que no las dejaban participar, según ellos, este Comité iba a ser una mala influencia; juntamos 15 muchachas haciendo parte del Comité de mujeres, dentro de ellas estaba mi mamá y yo que cumplía como secretaria.

A esa edad miraba la realidad que hoy vive Colombia y muchos países más, comencé a relacionarme con el ELN, donde había compañeros y compañeras que me hablaron de la importancia de este proceso revolucionario. La idea de formar parte de una guerrilla en mi mente no se me hacía fácil, porque no era lo mismo que estar en un proceso con las comunidades, sin embargo, crecía en mi mente la idea de formar parte de un proceso revolucionario, así fueron pasando los días, mientras tanto era más profunda la coordinación que hacíamos con los compas del ELN, a ellos les planteábamos problemas para que nos apoyaran.

Después, decidí tener una experiencia como guerrillera y pedí participar por 3 meses, luego decidía si me quedaba o me regresaba para la casa; mis primeros meses fueron difíciles para mí, pero ya después me adapté, esos tres meses fueron de muchos aprendizajes, comencé a ver la realidad de la vida, que no es de color de rosa como una la ve, me empecé a enamorar de este proceso revolucionario, de las cosas que hacemos acá por defender los derechos del pueblo y de la mujer.

Comencé a tener una vida guerrillera muy bonita, rodeados de muchos compañeras y compañeros de diferentes regiones del país, que a final del día todos somos hermanos; la mujer dentro del ELN tiene los mismos derechos que un compañero, tanto en el espacio político como en el campo militar, acá todos somos iguales, existe el respeto por la mujer.

Pasaron los tres meses y decidí quedarme para ayudar, acá estoy enamorada de este proceso, tengo también un excelente compañero sentimental, con el cual comparto muchas razones para seguir en la guerrilla, tenemos ya varios años compartiendo como pareja y sé que juntos vamos aportar a esta lucha revolucionaria.

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