LA COP 16 ES UN ‘EXPOSHOW AMBIENTAL’
Himelda Ascanio
Inicia la publicitada Conferencia de las Partes del Convenio sobre la Diversidad Biológica (COP16), un espacio más de la Organización de las Naciones Unidas (ONU), para el supuesto abordaje de las problemáticas ambientales; pero, como vemos diariamente al imperialismo poco le importa la ONU y sus espacios.
‘Paz con la Naturaleza’ es el eslogan de este evento, en el que bien se reflejan formas y accionar del actual gobierno de Colombia, fundamentalmente enfocadas en la personalidad y figura del Presidente, poco en las reales intervenciones ambientales y políticas que lleven a mejorar la relación con el ambiente. Y menos aún, actuar o intervenir sobre el desarrollo y tratamiento ambiental en el país, así el Gobierno pose de ambientalista e interesado por el ecosistema.
Entre los ejes de trabajo y problemáticas a abordar se plantean, entre otros: pérdida de biodiversidad, conservación de ecosistemas y protección de defensores y defensoras del ambiente. Solo en estos tres ejes ya habría mucho por decir en las que la COP no va a intervenir.
Mucha policía, poca diversión… Reentrenamiento para los asesinos
Un gran despliegue de militarización para “preservar la seguridad” del evento. Organismos del Gobierno han informado del movimiento de 11.000 policías y militares en Cali. La Alcaldía de esta ciudad informó sobre la presencia de un componente de la policía de Nueva York; además del arribo de miembros del Comando de Operaciones Especiales y Antiterrorismo (COPES), el Grupo de Operativos Especiales de Seguridad (GOER) y los comandos Jungla de la Policía, de quienes se informó fueron entrenados en tácticas urbanas por el grupo SWAT en Estados Unidos -EEUU-.
Es decir, de entrada, el ambiente de la COP16 es militarizado y policial, no es un ambiente libre de la contaminación de la guerra; además, el aprovechamiento de este escenario para la intervención de cuerpos militares de los EEUU da cuenta de cuáles son los verdaderos trasfondos. Entrenamientos “antiterrorismo”, “antisecuestro” y situaciones de crisis, son parte de la regulación y adoctrinamiento militar de la policía colombiana, esa misma que organizaciones sociales y defensoras de Derechos Humanos, incluyendo la propia ONU, han pedido sacar del ministerio de defensa dado sus actos criminales contra la población.
Conservación de ecosistemas y protección de ambientalistas
Si bien han sido plausibles y grandilocuentes los discursos del Presidente Petro contra la crisis climática mundial, no se aplican a nivel local. La estrategia militar de connivencia con el paramilitarismo continúa arrasando, despojando y destrozando territorios.
La propia acción del Gobierno, al permitir el establecimiento de bases militares extranjeras en zonas de alta biodiversidad como la isla Gorgona, trae aparejado el rompimiento del ecosistema y la extracción de la fauna. La explotación de hidrocarburos no ha cesado y, por el contrario, se ha estimulado, así el Presidente en sus redes sociales haga actos de contrición inútiles y falsos.
Es claro que las ordenes desde Washington no han cambiado, la propia generala Richardson lo ha planteado, su objetivo e interés son los recursos naturales de nuestro suelo. Y el nuevo Gobierno en ningún sentido ha deslindado con ello, incluso prefiere negar mínimos derechos a los pueblos, como son las consultas previas.
Colombia en el 2023 ocupó nuevamente el primer lugar en el penoso ranking de líderes y lideresas ambientales asesinadas, 79 ambientalistas han sido asesinados durante ese año; lista que hace parte del genocidio en curso que sigue desarrollándose contra liderazgos populares, hace parte de la estrategia paramilitar del Estado y que el Gobierno no ha sido capaz de frenar.
Así las cosas, la parafernalia, pomposidad y demagogia del primer evento de la ONU en Colombia, en la práctica real y concreta de los territorios, no afecta las contradicciones principales que atentan contra la vida. Ambientalismo y capitalismo no son compatibles.
Asesinado de la semana
Omar de Jesús Muñoz Vasco, era un reconocido líder social y actual presidente de la Junta de Acción Comunal de la vereda La Amagaseña en el municipio de Salgar, Antioquia; fue asesinado con arma blanca el 19 de octubre de 2024 en Salgar, Antioquia.
Nelson Pérez, era un reconocido líder social, era conocido por su dedicación y labor en diversas iniciativas sociales y comunitarias; fue asesinado el 18 de octubre de 2024 en la vereda El Tíbet del corregimiento de El Limón, Chaparral, Tolima.
Didier Yesid Vélez Ogari, era un joven defensor de DDHH, perteneciente a la Guardia Indígena Embera Chamí del cabildo La Esperanza en el municipio de Alcalá, Valle del Cauca; fue asesinado el 16 de octubre de 2024, en Alcalá, Valle del Cauca.
Juan Diego Cubides, era un reconocido líder y defensor de DDHH, vicepresidente de la Asociación de personas con discapacidad y Víctimas de El Bagre, Antioquia; fue asesinado el 16 de octubre de 2024, en el barrio Villa Echeverri en el municipio de El Bagre, Antioquia.
Ferney Aponte, era un reconocido líder y defensor de DDHH, coordinador de Guardia de la coordinación campesina del municipio de Florida en el Valle del Cauca; fue asesinado el 13 de octubre de 2024, en la vereda San Joaquín, Florida en el Valle del Cauca