SÍ ES POSIBLE MITIGAR LA POBREZA Y LA DESIGUALDAD

SÍ ES POSIBLE MITIGAR LA POBREZA Y LA DESIGUALDAD

Claudia Julieta Parra

El modelo actual al concentrar el capital en un reducido grupo plutocrático, hace incremental los indicadores pobreza y desigualdad, generando grandes déficits del gasto social, que los Estados son incapaces de subsanar ya que el modelo en sí mismo es deficitario.

La economía global atraviesa una crisis producto del capitalismo que concentra el capital en una élite, mientras expande la brecha de desigualdad social; esto ha conllevado a que el Producto Interno Bruto (PIB) global se desacelere y decrezca, desde luego Colombia no es la excepción y el año anterior el PIB cerró en 0,6 por ciento, en el primer trimestre de este año el crecimiento ha sido de 0,7 por ciento, y según las proyecciones del Banco de la República este año no superará el 1,6 por ciento.

Por si fuera poco, el abandono estatal en términos de infraestructura incrementa la pobreza multidimensional, pero la pobreza monetaria principalmente está incidida por el bajo poder adquisitivo per cápita, que a su vez está determinado por la falta de empleo formal, y la sobre proliferación del subempleo que genera una burbuja inflacionaria que maquilla la contracción económica, sin incrementar el poder adquisitivo ni suplir tan siquiera los gastos básicos.

La marcada contracción de la economía requiere que el Gobierno trace un plan de emergencia, que en lo inmediato debe centrarse en a) la disminución del Gasto Corriente (burocracia, guerra, pago de intereses de Deuda Externa), b) el incremento del recaudo, priorizando la captación por volumen de capital neto, lo que quiere decir, que debe implementar la tributación de los grandes capitales y empresas con un enfoque redistributivo, acabando con la captación por masa de capital que castiga a las capas medias, c) dejar de priorizar la inversión y la rentabilidad y d) congelar la media incremental del pago de pasivos onerosos como es el caso de la Deuda Externa.

La reactivación y la solidez implica un cambio de modelo económico o por lo menos un cambio en la política económica y fiscal, priorizando suplir el mercado interno a través del fortalecimiento de la industria y la producción nacional, además de desarrollar planes secuenciales que dinamicen el poder adquisitivo per cápita y decrezcan el costo de los servicios básicos y esenciales.

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