DESHOJANDO MARGARITAS CON EL RÉGIMEN
Sergio Torres
La semana pasada, el Ministro del Interior hablaba de un Acuerdo Nacional entre las élites y de su tarea de lograrlo, ahora los Congresistas del viejo régimen negaron la propuesta de Presupuesto General hecha por el Gobierno, mientras el presidente denuncia planes para asesinarlo y darle un Golpe de Estado.
Como si ‘deshojara una margarita’, el Gobierno de Petro oscila entre buscar y alejarse del viejo régimen y sus varias representaciones. El Congreso de la República fue el escenario para una nueva puja contra los poderes mafiosos, pues el ministro Cristo no logró satisfacer las exigencias (léase extorsión) del Partido Conservador y otros de su calaña, que explica la reacción de Efraín Cepeda el presidente del Congreso, al impulsar el hundimiento de la propuesta del gobierno sobre Presupuesto General, porque centra el recaudo en los ricos y no en las capas medias y bajas. Es decir, estamos ante un pulso de lucha de clases.
La economía mafiosa engendra el régimen mafioso
Como suele pasar al interior de mafias y bandas criminales, en Colombia continúa la disputa entre los sectores del viejo régimen, representantes de derechas corruptas, pro-imperialistas, asesinas y narcotraficantes, la cual está rodeada y mediada por expresiones políticas instrumentalizadas, empresas electorales autodenominadas como Partidos, ávidas de corrupción que juegan en función de ello. Un ejemplo es el propio Efraín Cepeda, quien ha sido senador 8 veces. En estas pútridas aguas nada el gobierno progresista.
Días después, en el Encuentro de Medios Alternativos y Populares, Petro hizo denuncias graves y señaló al poder económico de fraguar su asesinato y un golpe de Estado. Está comprobado que tienen la capacidad y que no tienen escrúpulos para realizar algo así. Lo que hace ruido es que solo un par de semanas atrás, el mismo Petro invitaba y celebraba reuniones con sectores de este poder económico.
Una situación como la denunciada por Petro, sería la repetición agravada de lo que han hecho a lo largo de la historia de Colombia. Lo señalado por el presidente es la confirmación y ratificación sobre quiénes son los causantes de la guerra, quienes son los que apuestan a mantener las desigualdades sociales y la exclusión de las mayorías.
Razón y solución
Petro tiene razón en señalar que la voluntad criminal mafiosa es capaz de cualquier de cosa para impedir transformaciones, incluso las pequeñas reformas como las que ha propuesto y que no han permitido. Tiene razón en reconocer que la fuerza de la movilización popular fue la que logró su llegada al gobierno, pero no debe olvidar que dicho apoyo lo compromete a realizar cambios profundos.
Tiene razón el presidente cuando señala que es con movilización popular que podrán hacerse efectivas las transformaciones. Que ante esas mafias criminales y oligárquicas se debe imponer la fuerza popular, movilizada y transformadora. Por eso lo coherente sería deslindar con los representantes del viejo régimen, no mantenerlos y ni acordar una supuesta gobernabilidad que lo subordina, y despojarse de las ataduras, chantajes e imposiciones que llegan desde EEUU.
En su discurso hay razones y verdades, pero falta coherencia para que se convierta en acción y para cumplir, falta la convicción de creer realmente en la capacidad transformadora del pueblo y asumirse de verdad por los cambios profundos que Colombia requiere y le exige.