SI SUBEN EL PRECIO DEL DIESEL, TODO SUBE
Claudia Julieta Parra
El Gobierno recibió un déficit en el Fondo de Estabilización del Precio de los Combustibles (Fepc) superior a 30 billones de pesos, en su gran mayoría asociados a los subsidios al diesel, que ahora obliga al Gobierno a incrementar su precio.
Según el Ministerio de Minas y Energía y la Agencia Nacional de Hidrocarburos (ANH), los subsidios al diesel representan el 68,2 por ciento del déficit del Fepc; por esto, no basta con desmontar los subsidios a la gasolina y es inaplazable hacer lo mismo con el diesel; en consecuencia, el Ministro de Hacienda anunció que aumentará su valor en 6.000 pesos, distribuidos en 3 aumentos: uno en el segundo semestre de 2024 y los otros dos en 2025.
Está medida alivia el déficit del Fepc, sin embargo, incrementa el costo de vida, toda vez que la mayor parte del transporte de carga y mercancías se hace por vía vehicular y alrededor del 82 por ciento del parque automotor funciona con diesel; a lo que hay que agregar los incrementos anunciados en los peajes, factores que son determinantes en el costo de carga y distribución de los productos, los que son transferidos directamente al consumidor final; alzas que incrementan la inflación y el costo de vida, y decrecen aún más el poder adquisitivo per cápita.
El transporte de mercancías y productos depende del costo del combustible, de los fletes y de los peajes, estos en su mayoría tienen costos exorbitantes por estar en manos de negociantes privados; por lo tanto, una forma de balancear el incremento del diesel, es congelar el valor de los peajes y de manera paulatina llevarlos nuevamente a su carácter público, que implica una ruptura con los grandes emporios… ¿está dispuesto el gobierno a decrecer las utilidades de los grandes empresarios?