ENREDADO EN LAS LÍNEAS ROJAS

ENREDADO EN LAS LÍNEAS ROJAS

Sergio Torres

Tres banderas de campaña cuya ejecución parece estar enredada en las Líneas Rojas que el régimen impone. Tras dos años de gobierno, Petro parece acomodarse a dichas imposiciones, antes que generar el cambio que el pueblo espera.

La anticorrupción, la paz con bienestar y la disminución de la pobreza, difíciles retos del Gobierno del cambio que no han logrado concretarse. Era obvio que el viejo régimen trataría de impedir su logro; la apuesta era por las capacidades del gobierno, que de la mano de la gente, lograra estos fines y el cambio pudiera ser posible. El dilema que se enfrenta es remozamiento del régimen o cambio.

‘El que con la miel anda…’

La corrupción ha sido a la política colombiana una médula infectada presente en todas las ramas y jurisdicciones del Estado. El país más desigual del mundo debe este nefasto título al viejo régimen mafioso, que se ha impuesto durante toda la historia republicana. La llegada de un Gobierno de corte y extracción alternativo, creó esperanzas de cambio con obligadas distancias frente a este cáncer.

Sin embargo, Petro eligió aliarse con representantes del viejo régimen; enfrentar la corrupción gobernando con corruptos, fue la primera señal de alarma que indicó la posible continuidad del establecimiento y su poder fáctico. Empezaron entonces los escándalos y acusaciones por corrupción que relacionan funcionarios del Gobierno, algunos de los cuales aún no se entienden las razones, los padrinazgos o chantajes para que sigan sosteniéndose.

Petro ha pedido perdón, ha señalado algunos casos y ha puesto funcionarios más cercanos a él, sin embargo, sin definiciones de fondo y con la continuidad de funcionarios pertenecientes a las viejas mafias corruptas, estas acciones son de un efectismo mediático que no ataca de raíz este grave mal. El nombramiento del nuevo Ministro del Interior, el Canciller y su cuadrilla de asesores, se suman a ya polémicos Embajadores que el gobierno ha nombrado. La corrupción es la principal economía ilícita del país y Petro convive con ella.

Disminuir la pobreza estructural, no volverla un espectáculo

Un cambio estructural tiene que pasar por mejorar positivamente a las mayorías empobrecidas del país, siendo importante la llegada del Estado a aquellas regiones que lo padecen porque no lo conocen. Fue auspicioso que la Vicepresidenta proviniera de los sectores más afectados por la violencia y el abandono; Francia Márquez hizo pensar en una vocera fuerte y legítima para los excluidos y excluidas de Colombia.

Con la creación del Ministerio de la Igualdad se pensó en una dinámica diferente, de mucha intervención para lo social e intercambio con las comunidades. Sin embargo, un año después de creado, parece estar más enfocado en otro tipo de labores, con todo y que dentro de las instituciones que conduce están el Instituto Nacional Para Sordos, el Instituto Nacional Para Ciegos (INCI), Sistema Nacional de Cuidado, Sistema Nacional de Seguimiento y Monitoreo para la Superación de la Malnutrición y el Sistema Nacional de Igualdad y Equidad; todos con lindos nombres pero con una gestión bastante cuestionada.

Solución política o pacificación

Con grandilocuencia y más espectáculo que realidad, Petro anunció la llamada Paz Total como un saco en el que cabía cualquier expresión armada sin mayor criterio y distinción; el discurso inicial de la construcción de la paz arrancó con la gran expectativa de edificar un proceso de solución política por primera vez con un Gobierno diferente al viejo régimen.

Lastimosamente, una vez más las líneas rojas, dictadas desde el Pentágono, prevalecen sobre la posibilidad real de construir procesos de paz con cambios y de cara a solucionar los problemas que originan el conflicto social, político, económico, ambiental y armado; con la visión de buscar la resolución de las causas, evitando tratar solo sus síntomas.

La Paz Total se fue diluyendo en una especie de pacificación descriteriada y corrupta, con supuestos procesos ficticios y que pasan por encima de otros, como lo acontecido en Nariño y la perfidia cometida por el Gobierno a los Acuerdos con el ELN. Un Comisionado de Paz que está buscando como hacer negocios y obedecer los lineamientos que llegan desde Estados Unidos y que sostienen el Desarme, Desmovilización y Reinserción (DDR) como método. Lo que hoy se cuece con Otty Patiño es la más lamentable expresión de la corrupción mafiosa que hace de la paz un negocio, mientras en realidad siembra nuevas expresiones de violencia y guerra.

Petro aún no evidencia el cambio. Quiso jugar con las Líneas Rojas impuestas por el viejo régimen amparado por el imperialismo y terminó bien enredado en ellas.

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