LOS NADIE EXIGEN, ¡INDEPENDENCIA!
Damaris Izaguirre
Todos los 20 de julio conmemoramos la seudo independencia detonada por la élite criolla, distante de ser un movimiento emancipatorio, porque apenas buscaban una mejor posición en el régimen colonial, lo que mantiene vigente la lucha por la segunda y definitiva independencia.
Durante 214 años hemos interiorizado la falacia del grito de independencia de 1810, sin embargo este no va más allá de ser un hito histórico, que en la praxis es un auténtico sofisma, ya que en las leyes el país es un Estado Social de Derecho de pilares democráticos, pero en la realidad somos una nación subordinada a los intereses imperialistas del Tío Sam, y dominado por un régimen clasista, heredero de la burguesía criolla del siglo XIX, régimen que solo vela por unos privilegios diametralmente opuestos a los intereses de la clase popular, de los colombianos de barrio y de la Colombia profunda, que no tienen acceso a los servicios básicos, donde la pobreza campea y la orfandad estatal es absoluta y crónica.
El estallido social de 2021 surgió del seno de Los Nadie, de los oprimidos y los excluidos que se cansaron de la opresión y de las falacias de los ‘vendedores de humo’, que se hacen llamar políticos; esto desencadenó una movilización popular legítima que exigía cambios estructurales; exigencias instrumentalizadas por el actual Gobierno del Cambio, que asumió el compromiso de transformar la sociedad en pro de la Colombia profunda y no de los intereses del viejo régimen. Hoy, el Gobierno del Cambio es ambivalente, difuso y dubitativo para emprender las transformaciones estructurales que prometió durante la campaña; lo que nos está llevando a los colombianos excluidos y marginados a reflexionar si realmente este Gobierno nos está representando.
Es más que evidente que nuestro país no es libre y mucho menos democrático, por lo tanto es inaplazable una potente movilización popular que logre la negada emancipación; desde luego esta transformación no puede ser retórica, debe estar fundada en hechos creíbles. Es el momento de exigirle al Gobierno del Cambio que se sincere y diga si está en capacidad de lograr transformaciones estructurales y no un proceso cosmético que ejecuta solo cambios superficiales. Los hechos dejan entrever que los cambios solo vendrán de mano de la movilización y lucha popular, porque ‘solo el pueblo salva el pueblo’ y solo de la mano de la lucha popular llegará la segunda y definitiva independencia.
El cambio y la independencia es imposible si no rompemos la sumisión a los EEUU
El cambio no fue más que otra mentira de campaña. Petro es un arrodillado más.