LA EXITOSA TOMA DE BOGOTÁ

LA EXITOSA TOMA DE BOGOTÁ

Claudia Julieta Parra

El intento de destrucción de la educación pública vía proceso legislativo, hizo resurgir un dragón dormido pero dispuesto a rugir cuando el pueblo esté en peligro, ¡para el pueblo lo que es del pueblo!

A mediados de la semana anterior las ya cotidianas mañanas grises y frías de Bogotá, empezaron a tener color y ambiente de júbilo y algarabía, con el anuncio de paro indefinido anunciado por la Federación Colombiana de Educadores (Fecode), con la divulgada ‘gran toma de Bogotá’, pero, ¿por qué paran los maestros esta vez? Hoy no se trata de la salud o recategorización del escalafón, en esta oportunidad no debería ser un paro de los maestros sino de todos los colombianos, porque se trata de tumbar una posible ley que atornillaría aún más la educación privada, y que deja en un estado agónico a la educación pública y el derecho de libre cátedra.

Este miércoles 19 la cita a la ‘gran toma de Bogotá’ era en la mítica plaza de Bolívar, así que nos alistamos y caminamos rumbo al Parque Nacional, uno de los puntos de reunión para iniciar la marcha hasta el centro de la ciudad, pese a la lluvia y el cielo grisáceo la gente empezó a llegar, en poco tiempo el parque vacío se llenó de un hermoso aroma pluricultural y multicolor, que como un río caudaloso navegó hasta llegar a la Plaza de Bolívar donde todos confluimos. En medio de la heterogeneidad de la gente, el sentir era uno solo, hacernos escuchar por los honorables Senadores, para que tomaran conciencia y desistieran de aprobar una ley que lesionaría gravemente el sistema de educación, que ya de por sí está maltrecho por la falta de inversión estatal.

En medio de la algarabía y los discursos, la Pochis y yo tratamos de sumarnos y conocer de primera mano lo que pensaban los que miles de asistentes; una señora entrada en años y que se notaba que no era de la ciudad -una docente de Neiva que como muchos otros viajo a cumplir la cita en Bogotá-, no sorprendió al decir –“los uribistas atentan contra la educación porque su poder depende de que la gente no tenga capacidad de discernir y saber quiénes están a favor del pueblo y quienes se dedican a los negocios”–. Un profesor de la Nueva Escuela fue enfático al afirmar –“nada de educación mixta, nada de educación híbrida, nada de educación terciaria porque ese es el propósito de la privatización de la educación; lo que necesitamos es inversión en la educación pública y que esta sea accesible, gratuita y de calidad en todos los niveles de la educación”–.

Otro de los asistentes nos conminó a estar alerta y no parar la lucha popular, –“necesitamos estar alerta para derrotar este proyecto que deformó la oligarquía, de igual manera estaremos prestos a la lucha y a la resistencia en las calles, y este proyecto se hunde por la acción permanente no de nosotros sino de cada uno de los colombianos, la lucha es de todos”–; Andresito un activista popular nos hizo una reflexión muy importante, –durante el Gobierno del cambio se tiene que desarrollar la educación como derecho fundamental, bajo ninguna razón se puede permitir que un Gobierno progresista sea el que de ‘la estocada’ y termine privatizando la educación”–. Lo más importante del mensaje de la ‘gran toma de Bogotá’ es que sin importar el tinte político del Gobierno, cuando sus normas atentan contra los derechos de millones, debe haber un puñado de mujeres y hombres dispuestos a luchar por un país equitativo y en pro de las mayorías.

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