GASTAR MÁS DE LO QUE SE PRODUCE EMPEORA EL DÉFICIT

Chavela Villamil

Nuestra política económica continúa dándole prelación Gasto Corriente [*] e incrementa el margen de endeudamiento en un periodo donde el país no solo no crece, sino que se desacelera; lo que hace que nuestra economía sea inestable, volátil y susceptible de un periodo de estanflación.

De acuerdo a los más recientes informes económicos del Departamento Administrativo Nacional de Estadística (Dane), el Índice de Producción Industrial (IPI) de mayo muestra un decrecimiento de menos 3,6 por ciento; de igual manera el Producto Interno Bruto (PIB) se viene desacelerando, el año anterior solo creció 0,6 por ciento y en lo corrido del primer trimestre de este año solo creció 0,7 por ciento; durante este Gobierno el PIB prácticamente no ha crecido, se podría decir que está estancado y presenta una tendencia de decrecimiento, ya que durante este periodo su media oscila en 0,72 por ciento, los resultados más bajos de las últimas tres décadas; además, la Deuda Externa (DE) actualmente oscila en 198.034 millones de dólares, lo que equivale al 57,3 por ciento del PIB, que lo asfixia, ya que solo solventamos el pago de intereses, pero la deuda de capital se mantiene intacta y con tendencia al incremento.

Recientemente el Congreso aprobó la ampliación del cupo de endeudamiento en 17.607 millones de dólares, con esta ampliación el techo de deuda estatal se amplió hasta los 80.000 millones de dólares; esta medida le permite al Gobierno tener más flujo de capital para evitar cesación de pagos de pasivos sin decrecer el gasto corriente (burocracia, guerra, pago de interese de la DE); desde luego esta medida se puede asumir como ‘un salto al vacío’, ya que en un periodo de desaceleración en vez de gastar menos lo que se hace es incrementar la capacidad de gasto y deuda.

El estancamiento de nuestra economía debería llevar al Gobierno a disminuir el Gasto Corriente a la vez que decreta un periodo de austeridad; desde luego esta o cualquier política económica tendiente a subsanar la crisis económica, implica a nivel interno congelar el presupuesto destinado a la DE, y a nivel internacional nos obliga a negociar la refinanciación de este pasivo que asfixia el PIB y pone en colapso nuestra economía y sostenibilidad financiera. Salir de la Recesión Técnica y reactivar nuestra economía implica una política que genere nuevas plazas laborales y a su vez formalice el subempleo, además de una política económica integral que repotencie la industria y la agroindustria para suplir el mercado interno.

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[*] Burocracia, guerra, pago de intereses de Deuda Externa (DE)

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