LA TEMPERATURA SUBE, EL COLAPSO ES INMINENTE

LA TEMPERATURA SUBE, EL COLAPSO ES INMINENTE

Omaira Sáchica

La expoliación desaforada de los bienes naturales que hace el capitalismo, somete al planeta a una degradación extrema reflejada en el Calentamiento Global (CG), con sus impactos sobre el clima, fenómenos hídricos y atmosféricos que empujan a la Tierra al punto del colapso.

Los Gases de Efecto Invernadero (GEI) están presentes en la atmósfera y no son en realidad un problema dado que son imprescindibles para mantener la temperatura del planeta; sin embargo, la sobre industrialización y la explotación voraz de los bienes naturales no renovables, ha incrementado los GEI naturales y otros gases nocivos como el clorofluorocabono (CFC), el hidroflurocarbono (HFC), y el hexafluoruro de azufre (SF6); saturación que ha ocasionado un desbalance en la química ambiental y exacerbado el CG, generando cambios significativos en la temperatura global, las olas de calor, el incremento de la pluviosidad y los patrones de viento, entre otros.

Los expertos afirman que los récords de temperatura que se han roto estas pasadas semanas durante el verano boreal, aunque se habían proyectado, están llegando más rápido de lo esperado. La Organización Meteorológica Mundial (OMM) afirma que, “el calor extremo no da tregua en el hemisferio norte y podría tener consecuencias mortales si la población no toma las debidas medidas de protección, lo que es peor, aún seguimos sin tomar medidas radicales que frenen el Calentamiento Global” [1].

La temperatura aumenta aceleradamente

Un reciente estudio realizado por cientos de los principales científicos del Grupo Intergubernamental de Expertos sobre el Cambio Climático (IPCC), plantea que es casi inminente que las temperaturas globales lleguen a cifras cercanas a los 2,5 grados centígrados, por encima de los niveles preindustriales, superando los objetivos del Acuerdo de París.

Los científicos vislumbran un futuro catastrófico, con hambrunas, conflictos y migraciones masivas, impulsados por olas de calor, incendios forestales, inundaciones y tormentas de una intensidad y frecuencia muy superiores a las que ya se han producido; los científicos son enfáticos en afirmar que, “la crisis climática ya está causando daños profundos, ya que la temperatura global promedio ha alcanzado alrededor de 1,2 grados centígrados por encima del promedio preindustrial en los últimos cuatro años; la escala de los impactos futuros dependerá de lo que suceda, o no, en la política, las finanzas, la tecnología y la sociedad global, y de cómo responden el clima y los ecosistemas de la Tierra” [2].

Según los expertos el aumento de la temperatura se estabilizará cuando las emisiones alcancen el ‘cero neto’ o neutralidad climática, es decir, que la suma de los gases que se emitan y los que el planeta pueda absorber sea cero; para llegar a estos niveles se debe disminuir la Huella de Carbono, lo que implica reducir drásticamente las emisiones de los GEI, que a su vez requiere un cambio en los patrones industrial, extractivo, consumo de energía fósil, entre otros.

Los cambios climáticos actuales han generado un retroceso climático del planeta, según los expertos los niveles de dióxido de carbono (CO₂) en la atmósfera son los más altos de los últimos 800.000 años, alcanzando 419 partes por millón (ppm) en mayo de 2021, iguales a las presentadas durante la Era Cretácica (desde hace 144 millones de años hasta hace aproximadamente 65 millones de años), cuando inició la desaparición de especies como los dinosaurios. Según la revista BioScience “existe una creciente evidencia de que nos estamos acercando o ya hemos cruzado puntos de inflexión asociados con partes críticas del sistema terrestre, incluidas las capas de hielo de la Antártida Occidental y Groenlandia, los arrecifes de coral de aguas cálidas y la selva amazónica” [3].

Menos demagogia, más protección ambiental

El cambio climático es una consecuencia directa del modelo capitalista de producción, por tanto, es imposible detener la debacle medioambiental mientras no transformemos el modelo económico depredador y basemos el desarrollo en la dependencia de las energías fósiles.

Es inaplazable un cambio de las políticas económicas y una verdadera política ambiental que salvaguarde el medioambiente, un nuevo modelo que no se centre en la acumulación de capital, y donde la preservación ambiental se convierta en un eje estratégico en armonía con el sistema productivo.

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[1] E hemisferio norte se derrite con olas de calor. DW, 07-05-2024.

[2] Científicos del clima del mundo esperan que el calentamiento global supere el objetivo de 1,5°C. The Guardian, 16-05-2024.

[3] Advertencia de los científicos mundiales sobre una emergencia climática. Revista BioScience, 16-05-2024.

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