LA REFORMA TRIBUTARIA QUE RESUELVE EL DÉFICIT FISCAL
Claudia Julieta Parra
Las economías requieren ajustes periódicos a la capacidad de tributación y recaudo, los que deben tener un enfoque de captación por capacidad de tributo y no por masa de recudo, además deber ser redistributiva y estar acompañada de la disminución del Gasto Corriente.
El año anterior se llevó a cabo una Reforma Tributaria deficitaria con relación a la política de gasto estatal, toda vez que el déficit se incrementó aún más por la incoherencia financiera del Gobierno de aumentar el Gasto Corriente (burocracia, guerra, pago de intereses de Deuda Externa-DE), en medio de un periodo de desaceleración del mercado y un decremento precipitado del PIB que cerró el 2023 en 0,6 por ciento, una de las cifras más bajas de las dos últimas décadas.
Las reformas pensional y laboral que cursan en el Congreso y la archivada reforma a la salud, exigen una adición presupuestal, que tiene una única vía posible de recaudación en la tributación. Según el presidente Petro, esta inaplazable Reforma Tributaria tendrá como eje la reducción del 35 por ciento de la tasa de impuestos a las empresas, junto al aumento tributario de las personas naturales de altos ingresos; así, continuamos implementando el fracasado modelo del Trickle Down, que en más de 5 décadas ha exacerbado la desigualdad social, no ha mejorado el nivel de empleo ni el poder adquisitivo per cápita, y solo ha servido para incrementar las utilidades de las grandes empresas, en especial las del sector bancario.
Cualquier propuesta de Reforma Tributaria, Financiera o Fiscal que busque mitigar la brecha social y disminuir el Déficit de Gasto Social, es inocua sino rompe la lógica antifinanciera del pago de intereses de la Deuda Externa, y la dinámica del Gasto Corriente, ya que de nada sirve incrementar el recaudo sino se disminuye el gasto; más allá de la efectividad de la tasa de recaudación, el verdadero problema de nuestra economía, es que gasta más de lo que produce y buena parte del Gasto Corriente es de origen prescindible o sustituible en términos de montos y tiempos.
Superar la crisis económica implica que la política económica del país este fundada en favorecer a todos los colombianos, en especial en subsidiar capas bajas de la sociedad, de igual forma el aumento del poder adquisitivo per cápita, y la disminución de los beneficios fiscales y tributarios a los grandes empresarios.