Damaris Izaguirre

Durante más de medio siglo Israel ha perpetrado un Genocidio continuado contra el pueblo palestino, todo bajo la mirada cómplice de los Estados y los estamentos internacionales como la ONU, que limitan sus acciones a discursos demagógicos que terminan siendo una oda a la impunidad.

El Genocidio que perpetra y perpetúa el régimen sionista israelí es a todas luces violatorio del Derecho Internacional y de los Derechos Humanos; mucho más si se tienen en cuenta los hechos recientes donde el recrudecimiento violento de las acciones bélicas israelíes auspiciadas por el Tío Sam, han costado la vida de miles de personas no combatientes y ha llegado al punto del cinismo de considerar blancos legítimos a hospitales, mezquitas, viviendas, entre otros; esto desde luego ha generado un sentimiento global de rechazo y solidaridad con el pueblo palestino, donde millones de personas se han manifestado y continúan movilizándose para exigir la libertad definitiva de Palestina y el fin de la ocupación y la barbarie israelí.

En estos días el Consejo de Seguridad de la ONU profirió una resolución que exige un cese el juego inmediato, parte del documento expresa: “el Consejo exige «un alto el fuego inmediato durante el mes de Ramadán, respetado por todas las partes, que conduzca a un alto el fuego sostenible duradero». También exige «la liberación inmediata e incondicional de todos los rehenes, así como la garantía de acceso humanitario para atender sus necesidades médicas y otras necesidades humanitarias» y «que las partes cumplan las obligaciones que les impone el derecho internacional en relación con todas las personas que detengan». El Consejo pone de relieve «la urgente necesidad de ampliar el flujo de ayuda humanitaria y reforzar la protección de los civiles en toda la Franja de Gaza». En este sentido, el Consejo reitera su exigencia de que se eliminen todos los obstáculos que dificultan la prestación de asistencia humanitaria a gran escala, en consonancia con el derecho internacional humanitario y las resoluciones 2712 (2023) y 2720 (2023)”.

La resolución de la ONU es buen impacto mediático y los que posan de demócratas dirán que este estamento multilateral está actuando; sin embargo, esta resolución es un llamado tímido y en voz baja, otra ‘raya al tigre’ que se volverá paisaje; la resolución carece de dientes, más si se tiene en cuenta que en el contexto pragmático, la exigencia de parar este genocidio continuado se le está haciendo es al Tío Sam, porque si bien es Israel quien detona las bombas contra los hospitales y casitas palestinas, es EEUU quien proporciona el armamento y da apoyo político irrestricto para que continue este genocidio, que beneficia directamente a los intereses geopolíticos y geoestratégicos del imperio norteamericano.

Era de esperarse que EEUU le restara fuerza a la resolución de la ONU aduciendo que esta no es de carácter vinculante, como también era de esperarse que Israel se negara a cumplirla y acto seguido arreciera con más fuerza sus ataques contra el pueblo palestino. Ante la actitud desafiante de Israel y EEUU solo queda el pasmoso silencio de la ONU. El gran problema de los estamentos multilaterales es que tienen doble moral y doble racero, solo para la memoria histórica, ante el show mediático de los contenedores en el puente internacional Simón Bolívar, la ONU apoyó el “bloqueo diplomático” a Venezuela propuesto por Duque y auspiciado por el Tío Sam, pero en el caso del Genocidio en Gaza, las respuestas son tan solo retoricas y demagógicas.

Es claro que los estamentos como la ONU dejan en entredicho su funcionalidad e imparcialidad, está más que demostrado que estos estamentos son instrumentales a la hegemonía Norteamérica; por lo tanto, para el genocidio en Gaza, el inhumano bloque a Cuba y cualquier otra acción barbárica contra pueblos que se atreven a contradecir al imperio, son acciones que deben surgir de la sociedad, somos los indignados los llamados a movilizarnos, a luchar con determinación por la caída de los imperios, la libertad y autodeterminación de los pueblos.

5 comentarios

  1. La solidaridad con el pueblo palestino nos debe llevar a un movimiento internacional que presione a los gobiernos, para que le exijan a Israel la inmediata libertad del pueblo palestino

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