8M: LUCHAR AQUÍ EN LAS BUENAS Y EN LAS MALAS
Yulimar del pueblo Kankuamo
Entré a la guerrilla para aprender la cultura del blanco siendo yo indígena, conocer, luchar, formarme y entender la realidad, para ayudar al pueblo, a la sociedad y al mundo. Pasamos entrenamientos bastantes compañeras y compañeros, cada una y uno pasamos a cocinar para aprender porque muchas y muchos no sabíamos.
Caminamos a pie, horas largas, cansada y cansado, sudado, escaldados, prestar la seguridad sin falta y a cocinar cada uno de nosotras y nosotros. Es duro para caminar de noche, sin luz de linterna, comer una vez al día a veces donde hay peligro, a veces no nos bañamos duraba 15 días o depende el trabajo que lo asignan. Cumplir la orden. Mucho compañerismo y aprender de todos.
Para dormir en la hamaca o en el suelo, con una sabanita, sin hacer bulla o con solo un plástico. Saber guindar hamaca porque si no se cae o se golpea. Peleamos con el enemigo frente a frente, es difícil enfrentar, le da miedo a la muerte piensa de la familia.
Si no hubiera entrado a la guerrilla, estaría en la casa, criando gallinas y trabajando solo para mí y alguito para la comunidad. Llevo 18 años en la guerrilla, y entendí qué es la revolución y sigo enamorada de la revolución, este es el compromiso, para mí, por eso estoy acá y he gastado toda mi vida desde mi juventud, luchar aquí en las buenas y en las malas.
El amor es bonito, cuando tenemos nuestros hijos nos apoyamos en la comunidad para que crezcan con seguridad y con amor, estamos siempre pendientes de ellos, aunque es duro como mamás, seguimos en el compromiso porque queremos esta revolución y no pienso retirarme sino seguir hasta que me vuelva vieja, hasta que triunfe.
El amor de la pareja tenemos que conocernos primero y plantear nuestra relación para tener la pareja oficializada, cuando hay trabajo asignado a veces nos toca apartarnos y hay grande respeto, es bonito porque estamos compartiendo juntos iguales, se viven momentos felices, hay momentos difíciles, tristes, lloramos cuando nos toca estar lejos, nos dan angustias, pero seguimos adelante, estas cosas no nos vencen.
Lo mejor ha sido estudiar, formarme, educarme y aprender de los mayores, de los viejos. Con las nuevas generaciones hay que enseñar, darles buenos consejos, ejemplo para que aprendan de nosotras, para que lleven el mismo camino que nosotros llevamos, para que cuando no estemos sigan ellos, en particular a las compañeras les diría que hay que, aprender de lo bueno de nuestros Comandantes.
A las mujeres les diría que hay que formarse para ayudar a cambiar las cosas, como lo hacemos nosotras las guerrilleras, para nosotras Ustedes mujeres las queremos todas iguales, para que seamos unidas, esforcémonos por aprender esta lucha.