Ayer 1 de octubre, dio inicio el Cese al Fuego Bilateral, Temporal y Nacional, hecho que ha sido muy bien recibido por la población, la cual a través de cartas a manifestado su respaldo al cese y al proceso de diálogo
[Sociedad Colombiana e Internacional]
Ayer 1 de octubre, dio inicio el Cese al Fuego Bilateral, Temporal y Nacional, hecho que ha sido muy bien recibido por la población, la cual a través de cartas a manifestado su respaldo al cese y al proceso de diálogo. Les damos conocer 3 cartas enviadas por diferentes personas y sectores.
[1] Del diálogo intereclesial por la paz
Diversos lugares del mundo, 1 de octubre de 2017
Juan Manuel Santos Calderón
Presidente de la República de Colombia
Nicolás Rodríguez Bautista
Comandante del Ejército de Liberación Nacional ELN
“Es la naturaleza de la iglesia ayudar en temas como la reconciliación, el perdón y el arrepentimiento. Las iglesias en Colombia también tienen el apoyo de la comunidad internacional y yo estoy acá representando ese respaldo desde el Consejo Mundial de Iglesias”, (Rv. Olav Fykse Tveit Consejo Mundial de Iglesias –CMI-)
“Colombia hace décadas que a tientas busca la paz y, como enseña Jesús, no ha sido suficiente que dos partes se acercaran, dialogaran; ha sido necesario que se incorporaran muchos más actores a este diálogo reparador de los pecados. “Si no te escucha tu hermano, busca una o dos personas más” (Mt. 18,15, Evangelio del día). (Papa Francisco)
Reciban nuestro más fraternal saludo.
Nosotras y nosotros, líderes y lideresas religiosos de Colombia y del mundo, quienes hacemos parte del Diálogo Intereclesial por la Paz –DiPaz- como miembros nacionales y como coodialogantes internacionales, queremos manifestar nuestro regocijo por la iniciación en éste día del cese bilateral al fuego que acordaron el Gobierno de Colombia y la Guerrilla del Ejército de Liberación Nacional ELN.
Desde las regiones de Colombia y desde los continentes del planeta desde donde apoyamos los pasos que se vienen dando para superar el largo conflicto originado por múltiples injusticias, queremos manifestar a las partes que cuentan con nuestras oraciones, nuestro respaldo, nuestra colaboración y con nuestra experiencia como observadores para la veeduría del cese bilateral que han comenzado, tal como lo hemos hecho en su momento, en el cese unilateral declarado por las FARC-EP, y posteriormente en el cese bilateral al fuego que concertaron las partes.
Las iglesias y organizaciones eclesiales que han animado la paz en Colombia siempre han contado con el respaldo de las mujeres y hombres de buena voluntad de nuestras iglesias en el mundo que se articulan en diversas instancias a nivel global, como, las distintas familias confesionales, el Consejo Mundial de Iglesias –CMI- , de una parte y de otra, con el aliento de nuestro pastor y hermano en la fe, el papa Francisco.
La palabra de Dios que nos invita a ser uno, como nuestro padre Dios es uno, para dar testimonio al mundo (Cfr Jn 17), quiere animar también a las partes, pero sobre todo al pueblo Colombiano, a avanzar en la unidad para la paz, la justicia social, la reconciliación; que pasa siempre, no por las élites o grupos selectos, sino por el conjunto de una nación que vea en la herida sufriente de los hermanos y hermanas la inhumanidad de la injusticia, el rostro sufriente de nuestro Dios, y se le acerque, le acompañe, le cure, como el buen Samaritano del Evangelio (Cfr Lc 10, 25-37).
Con ese espíritu, queremos manifestar también que el éxito del cese bilateral al fuego que hoy se inicia, requiere de acciones efectivas para detener la amenaza paramilitar que asedia a las comunidades y se proteja de manera especial a las campesinos y campesinas, líderes y lideresas sociales, defensores y defensoras de Derechos Humanos, trabajadores y trabajadoras de la paz que están siendo asesinados.
La paz requiere generosidad con la nación, dejar de lado las mezquindades de los cálculos económicos y políticos, dar oportunidad a que la vida que nace de las comunidades se pueda expresar de manera libre con sus iniciativas, propuestas, esperanzas, en este momento en el que las armas se silencian, despejando el camino para que por fin, luego de esta larga confrontación en Colombia, tal como dice el salmista “la Justicia y la Paz se besen” (Salmo 85,10).
Reiterando nuestro saludo, nuestra disposición a servir como veedores y a continuar acompañando a las comunidades en esta fase esperanzadora de la historia de Colombia, nos despedimos fraternalmente,
Siguen nombres, apellidos, cargos y país de las y los líderes religiosas de Colombia y del mundo,
[188 firmas]
[2] De universitarias y universitarios: “soñemos juntos y participemos para que la paz sea posible”
Bogotá D.C., Septiembre 29 de 2017.
Señores:
Delegación del Gobierno de Colombia
Delegación del Ejército de Liberación Nacional -ELN
Diálogos de Paz
Quito, Ecuador
Saludo de sueños y esperanza de paz,
Los universitarios y universitarias abajo firmantes, reconocemos que en la historia de Colombia, el ELN y el Estado, están logrando dar pasos de gigante para abandonar la confrontación armada y transformar las “balas” en palabras como sostén que entregue argumentos, deliberaciones y acuerdos, que posibiliten avanzar en la dignificación de las comunidades en cada uno de sus territorios donde habitan: campos, ciudades y universidades afectadas por los estragos de la guerra.
Exaltamos la importancia que reviste el inicio del Cese al Fuego bilateral el 1 de octubre de 2017, después de tres rondas de negociación; y confiamos que el derecho a la Paz se cumpla por cada una las partes comprometidas.
Reconocemos que la Paz es la concreción de un proyecto pedagógico, político, ético, económico justo y cultural enraizado en la afirmación, defensa y protección de los derechos humanos.
Afirmamos nuestra responsabilidad en la construcción de condiciones materiales para que se haga posible la definición de un acuerdo político en torno al ELN y el estado colombiano.
Sugerimos a las delegaciones: que las Universidades se constituyan en uno de los escenarios para el debate de las ideas en torno a las Mesas de Participación, donde el Derecho a la Educación sea el eje trasversal para concretar las Transformaciones Necesarias para la Paz.
Los firmantes ponemos a disposición nuestra praxis para conformar los equipos de comunicación y pedagogía de paz establecidos en la segunda ronda de negociación, y estamos dispuestos a seguir rodeando el proceso con el monitoreo y evaluación de los avances de lo pa