Nicolle Nieto
Las más numerosas víctimas de la pobreza y del Conflicto Interno en Colombia son las mujeres, la peste que las azota hoy es la pandemia de COVID-19, donde están resultando también las más afectadas.
Entendemos por patriarcado un sistema que institucionaliza la opresión y la explotación de las mujeres por parte del poder que los hombres ejercen sobre ellas; el carácter patriarcal de las sociedades ha permanecido casi inalterado a través de los siglos, los hombres en su calidad de tomadores de decisiones han tenido en sus manos el poder.
Nosotras hemos participado activamente en los procesos sociales, políticos y económicos en las últimas décadas; los cambios son tangenciales y evidentes, tenemos un acumulado importante como movimiento social, mayor fuerza y firmeza en nuestras luchas, hemos aprendido que de nuestra participación activa depende el cambio social.
Feminización del conflicto
La mayoría de las mujeres viven exclusiones violentas muy grandes, porque son más vulnerables a la violencia sistemática, a la miseria, a la expropiación y a la muerte. Para Audre Lorde (2003) feminista negra, las mujeres están expuestas a distintos grados y tipos de opresión patriarcal [1].
En Colombia el Conflicto Social y Armado afecta de manera diferenciada a mujeres y hombres, y a su vez agrede más a las mujeres pobres que a las de clase media, al ser doblemente afectadas por dominaciones de clase y de género; sus historias encarnan la resistencia, la dignidad y la batalla por la sobrevivencia propia y la de los suyos.
Según cifras de la Unidad para las Víctimas 4.486.364 mujeres son sobrevivientes del Conflicto Armado, de ellas, 4.092.494 son desplazadas, que representan el 91,1 por ciento, 486.594 son víctimas de feminicidio, 251.714 son amenazadas y 84.579 víctimas de desaparición forzada [2]. Cifras que son menores que las reales, por ejemplo, de los 9 millones de víctimas de desplazamiento interno dos tercios son mujeres, o sea 6 millones.
La prioridad de Duque no son las mujeres
Las Naciones Unidas y del Comité para la Eliminación de la Discriminación Contra la Mujer (CEDAW, por sus siglas en inglés) hablan de feminización de la pobreza, porque dentro de las poblaciones empobrecidas la mayor parte son mujeres.
En el país el 47 por ciento de la población devenga su sustento del trabajo informal, además se endeudan con los Paga Diario, los terribles brazos armados y financieros de los narcoparamilitares que de esta forma ejercen control y opresión sobre la población.
Existe además una brecha entre la pobreza urbana y la rural, según la Directora de Mujer Rural del Ministerio de Agricultura, hay un poco más de 5 millones de mujeres rurales [3] de las cuales muy pocas tienen tierra, la mayoría viven en zonas azotadas por el conflicto y sin ningun apoyo institucional.
Debates del COVID-19
Ante la agudización de la crisis económica por la emergencia sanitaria causada por el COVID-19, el Gobierno de Duque ha tomado medidas que solo benefician a los empresarios, sin tener en cuenta la protección de la vida y principalmente la afecciones que sus medidas causan a las clases menos favorecidas, y a los millones de mujeres pobres que son cabeza de familia.
El embate del COVID-19 pone al centro del debate algo que las feministas han venido planteando desde antes de surgimiento de la Unión Soviética (1917-1991), que el Estado garantice los servicios de salud, educación, centros de cuidado para niños, personas mayores y enfermos, comedores comunitarios, entre otros derechos fundamentales.
Los problemas que vivimos hoy ante las crisis del sistema capitalista debemos afrontarlos desde la perspectiva de clase y feminista; reiterando que la lucha es contra el Estado capitalista neoliberal y patriarcal.

_______
[1] ¿Qué es el patriarcado? Mujeres en Red, periódico feminista. 2008[2] Más de cuatro millones de mujeres han sido víctimas del conflicto armado. Caracol, 08-03-2020.[3] Triple jornada y poca remuneración: panorama de la mujer rural en Colombia. RCN radio, 15-10-2019.