Chavela Villamil
El actual sistema económico se cimienta sobre la desigualdad, al monopolizar la riqueza en un reducido grupo poblacional; con el Covid-19 recrudecieron el empobrecimiento y la exclusión violenta, que solo lo resolverá la lucha popular sostenida contra el régimen.
Latinoamérica afronta una enorme ambigüedad, a pesar de ser inmensamente rica en bienes naturales y ser una de las regiones con más biodiversidad del mundo, durante siglos ha llevado a cuestas el lastre de la desigualdad, según Naciones Unidas América Latina y el Caribe sigue siendo la región con mayor disparidad y desigualdad social del mundo.
La pandemia del Covid-19 acrecentó la desigualdad en América Latina, según la Comisión Económica para América Latina y el Caribe (Cepal), la pandemia dejará este año 231 millones de personas en situación de pobreza, lo que representa un aumento del 37,3 por ciento, y 96 millones en la miseria, lo que representa un aumento del 15,5 por ciento [1].
El 1 por ciento acapara 81 por ciento de la tierra cultivable
La desigualdad y la pobreza están en el centro del Conflicto Interno; el despojo de la tierra en Colombia, la consiguiente pobreza rural y el monopolio de los medios de producción son las principales causas del Conflicto Social y Armado que sufre el país.
Según la Base de Datos de Desigualdad Mundial (WID, por sus siglas en inglés) cerca de 5 millones de colombianos acaparan el 55 por ciento de los recursos del país, mientras el 81 por ciento de las tierras con potencial agropecuario está en manos del uno por ciento de la población [2]; de acuerdo al Informe del Índice de Desarrollo Regional para América Latina (IDERE LATAM), Colombia es el país más desigual de América Latina.
El indicador de pobreza se divide en dos, la Pobreza Monetaria mide el gasto básico por persona, y la Pobreza Multidimensional mide las carencias de un hogar (salud, la educación y el nivel de vida), según el Departamento Administrativo Nacional de Estadística (DANE), en octubre de este año la Pobreza Multidimensional alcanzó el 17,5 por ciento y la Pobreza Monetaria subió a 35,7 por ciento, mientras la miseria subió a 14,3 por ciento [3].
Por un modelo redistributivo y proteccionista del ambiente
Recientemente el Programa de las Naciones Unidas para el Desarrollo (PNUD) dio a conocer el Índice de Desarrollo Humano (IDH) de 2020, donde plantean que el progreso de la humanidad ha sido a costa del bienestar del planeta, Achim Steiner director del PNUD afirma que “ningún país del mundo ha logrado un desarrollo humano muy alto sin ejercer una gran presión sobre el planeta” [4].
Steiner plantea que “la crisis del Covid-19 brinda una oportunidad para conseguir que el crecimiento económico no sea sinónimo de destrucción medioambiental e incremento de la desigualdad”.
El economista Joseph Stiglitz afirma que “la desigualdad es la causa y la consecuencia del fracaso del sistema político, y contribuye a la inestabilidad del sistema económico, lo que a su vez contribuye a aumentar la desigualdad” [5].
La extrema concentración de la riqueza va de la mano de la extrema concentración del poder, lo cual corrompe los procesos políticos y los pone al servicio de las élites, dando lugar a desequilibrios en el ejercicio de los derechos y en la representación política, en suma, aniquila la democracia representativa e instaura un régimen de dictadura de los más ricos.
La lucha organizada de la sociedad tiene en sus manos una transformación estructural del sistema, que debe partir de la nacionalización de los beneficios de los bienes naturales, la redistribución de la tierra y la riqueza; transformaciones que generarían un nuevo orden social en favor de las mayorías nacionales.
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[1] La pandemia dispara la desigualdad y la pobreza en América Latina. BBC, 29-11-2020.[2] Cinco millones de colombianos acaparan el 50 por ciento de los ingresos del país. Forbes, 14-11-2020.[3] Pobreza monetaria y pobreza extrema crecieron en Colombia en el 2019. Portafolio, 13-10-2020.[4] Informe Índice de Desarrollo Humano 2020. PNUD, 14-12-2020.[5] Privilegios que niegan derechos. Oxfam, 20-09-2019.