Himelda Ascanio y Omaira Sáchica
Cumplidos 4 años después de la firma de Acuerdos con las FARC, este ha sido el peor, porque asesinaron a cerca de 300 líderes y defensores de Derechos Humanos (DDHH), 64 ex combatientes y perpetraron 91 masacres.
Múltiples sectores de la sociedad consideraban que la firma del Acuerdo de La Habana traería paz a los territorios, en cambio tras cuatro años de dicho Acuerdo el asesinato de los líderes sociales y los ex combatientes ha crecido año tras año, de tal forma que el Genocidio en curso es igual o peor que el cometido contra la Unión Patriótica en los años 80 y 90 del siglo pasado.

Desde la firma del Acuerdo con las FARC en noviembre de 2026, han asesinado 1.104 líderes sociales y 249 ex combatientes, solamente durante el Gobierno de Duque han exterminado 702 líderes (64%) y 198 ex combatientes (80%), yen 2020 han matado 297 líderes y 62 ex combatientes. El asesinato de líderes ha sido incremental y oscila a razón de un líder asesinado cada día, en el caso de los ex combatientes asesinan a 3 cada 15 días.
El asesinato de líderes y ex combatientes es sistemático y está estrechamente ligado a la defensa del territorio, y tiene por objeto desarticular procesos sociales, los liderazgos más afectados son el indígena (35%), el campesino (17%) y el comunal (15%).
Giovanni Álvarez, Director de la Unidad de Investigación de la JEP afirma que, “están asesinando a ex combatientes que han asumido algún tipo de liderazgo en sus territorios” [1].
Además del exterminio de líderes en este año se registraron 34 crímenes de Estado, 221 amenazas de muerte, 189 detenciones arbitrarias, 4 atentados, 78 lesiones físicas, 21 casos de tortura, 4 desapariciones forzadas y 10 casos de violencia y abuso sexual [2].
El terror selectivo aumentó 144 por ciento
En lo corrido del año se perpetraron 91 masacres que dejaron 379 víctimas fatales, el 59 por ciento de las masacres cometidas este año se concentran en 4 departamentos, Antioquia (24%), Cauca (16%), Nariño (10%) y Norte de Santander (9%); los meses más cruentos fueron septiembre (19%), agosto (13%) y diciembre (10%).

Cabe resaltar que en Bogotá la Policía militarizada ejecutó dos de las masacres con mayor cantidad de víctimas, la masacre de la Cárcel Modelo efectuada el 21 de marzo donde linchó a 24 personas, y la masacre del 9 y 10 de septiembre en medio del estallido social contra la brutalidad policial que dejó 14 víctimas.
Desde la firma del Acuerdo de Paz de noviembre de 2016, han perpetrado 161 masacres, el 85 por ciento de estas durante el Gobierno de Duque, esta cifra es equiparable al periodo del 2005, donde se registraron 134 masacres [3]; cabe resaltar que el incremento de las masacres ha sido una constante, en 2017 aumentaron 67 por ciento, en 2018 aumentaron 100 por ciento, en 2019 aumentaron 80 por ciento y este año aumentaron 144 por ciento.

Incrementan la violencia en el suroccidente
El exterminio sistemático de la población abarca 29 de los 32 departamentos, el asesinato de líderes está focalizado en Cauca (33%), Nariño (12 %) y Antioquia (10%), estos acaparan el 54 por ciento de los asesinatos; en lo referente al asesinato de ex combatientes las regiones más afectadas son Meta (18%), Putumayo (13%) y Chocó (11%).
Las regiones más afectadas están situadas en las denominadas Zonas Futuro, que pese a su alta militarización y donde actualmente opera las últimas Brigadas de