ENFERMO Y A PUNTO DE COLAPSAR

ENFERMO Y A PUNTO DE COLAPSAR

Mariela, Jorge Guerrero, Tulio Bayer

En el 2020 la pandemia recordó a la humanidad que su origen está en la depredación del planeta, peste que junto a otros desastres ambientales exige cambiar el modelo económico consumista y de saqueo de los bienes naturales.

El año anterior fue catastrófico no solo por la pandemia del Covid-19, sino en términos ambientales y de sostenibilidad del planeta, por cuenta del Calentamiento Global hubo un aumento desbordado de la temperatura, huracanes, incendios forestales, plagas, sequías, mega nevadas, entre otros.

Estos fenómenos ambientales producidos principalmente por el insaciable consumo de los más ricos, el aumento de la población y la sobre industrialización que causan la depredación de los recursos naturales, todo ello enmarcado dentro de la lógica consumista propia de un sistema económico que privilegia la riqueza individual sobre el bienestar colectivo.

No hay planeta B

El pasado 13 de enero un importante grupo de científicos y centros de investigación alertaron sobre los impactos del Calentamiento Global y el cambio climático, la evidencia científica señala que las condiciones ambientales serán sin duda mucho más peligrosas que las actuales, además los sistemas políticos y económicos no se encuentra en sintonía con el ambiente, ni preparados para prevenir menos atender los nuevos desastres que se avecinan [1].

A nivel global existe una pérdida acelerada de la biodiversidad, los bosques y selvas nativos, lo que desde luego mengua la capacidad que tiene el planeta para recomponerse y sustentar la vida, a esto se suma la escasa voluntad política que tienen los Estados para implementar soluciones eficaces acordes al daño causado y a la capacidad destructiva existente [2].    

El Programa de las Naciones Unidas para el Medio Ambiente (PUMA) afirma que “el 2021 es el año de ahora o nunca, tenemos que asegurarnos de crear no solo las condiciones para reducir el Calentamiento Global, también debemos tener un nuevo marco para cuidar la biodiversidad y tomar medidas para reducir la contaminación; el riesgo de que la situación se vuelva irreversible aumenta cada año” [3].

Por su parte el Fondo Mundial para la Naturaleza (WWF, por sus siglas en inglés) sostiene que, “el calentamiento Global es un factor que desempeña un doble papel en todos estos procesos relacionados con nuevas enfermedades; por una parte, tiene un impacto directo por los daños que causa a la salud y, por otro, amplifica las principales amenazas que afectan a la biodiversidad y favorece la expansión de virus y bacterias” [4].

En este mismo sentido la WWF plantea que, “para evitar que en el futuro se repitan nuevas y terribles pandemias es imprescindible redoblar los esfuerzos para frenar la pérdida de biodiversidad y luchar contra el Cambio Climático, puesto que de esta lucha depende la salud de nuestro planeta y por tanto nuestra propia supervivencia” [5].

Es urgente construir una ecosociedad

América Latina posee las principales riquezas hídricas y de biodiversidad del planeta, a su vez el resurgimiento de la lucha social y popular en esta región nos llama a ser un bastión de la defensa de la vida, la diversidad étnica, la defensa del agua, los bosques, la biodiversidad, la defensa de los derechos de los pueblos, entre otros.

A la par avanzan Gobiernos conscientes de dichas luchas como el caso de Bolivia, que van sumando voluntades políticas estatales para ganar espacios de transformación y de respeto por la vida y los territorios, y la construcción de una cosmovisión basada en una relación armónica con la madre naturaleza. 

Colombia a pesar que sus políticas gubernamentales giran en torno a la expoliación de los recursos naturales y el beneficio de las multinacionales; a su interior viene gestándose un movimiento social multidiverso cuya principal bandera política es la defensa de la vida, del agua, del territorio y la autodeterminación de los pueblos.

Es un deber ético para los pueblos y organizaciones seguir tejiendo caminos de lucha y dignidad, por todos los medios insistir en lograr capacidad organizativa que empuje los cambios necesarios para construir una ecosociedad equitativa, alegre y justa.

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[1] Subestimar los desafíos de evitar un futuro espantoso. Frontiersin, 13-01-2021.

[2] Una visión general de la relación del hombre con la naturaleza. Díaz, S, Settele, Brondizio, 2019.

[3] Informe ‘hacer las paces con la naturaleza’. PUMA, 18-02-2021.

[4-5] Pérdida de la naturaleza y pandemias. WWF, 10-12-2020.

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