LA PAZ DE LA ANTICORRUPCIÓN

LA PAZ DE LA ANTICORRUPCIÓN

Sergio Torres

Del robo de dineros públicos destinados a subsanar necesidades, los politiqueros escalaron a la falsedad, encubrimiento y utilización del robo para fines políticos. La oligarquía que construyó esta cleptocracia ahora quiere parecer pulcra.

Con un cinismo único, las grandes mafias parapetadas en los grandes sectores económicos y partidos políticos critican al gobierno por escándalos de corrupción, los que son una vergonzosa realidad donde Petro no ha logrado mayores resultados. Pero no van a ser las grandes mafias corruptas quienes ahora enarbolen las banderitas de la honradez.

Hablan los terratenientes ganaderos

El vocero de los grandes ganaderos habla contra hechos de corrupción bajo este gobierno y de la inviabilidad de construir paz, al mismo tiempo que propone la conformación de nuevos gérmenes de narcoparamilitarismo, las Convivir 2.0, que traería una nueva fase de despojo de tierras.

Se atreven a hablar de la construcción de la paz, y es verdad que debe construirse con todos y todas, incluyendo a esta oligarquía. Pero hay que recordar que es una práctica corrupta utilizar las armas del Estado, desviarlas de los cuarteles para que vayan a ejércitos privados que defienden negocios ilícitos. Es corrupción grave la que ha generado miles de muertos cuando esas bandas arrasan y despojan tierras a campesinos, que pasan a ser propiedad de terratenientes y que luego estos las ofrezcan en venta al propio Estado para restituirlas a los campesinos, sus dueños legítimos.

Es verdad que la corrupción lo oscurece y pudre todo, por eso mismo es necesario y fundamental combatirla con seriedad y consecuencia, no con amaño y falsedad no con dobles discursos.

Para la Paz, cambiamos todos

El ELN ha planteado que para construir la Paz en Colombia, es necesario que cambiemos todos y todas, no solo que cambie el Ejército de Liberación Nacional. Abordar esta lógica implica la seriedad y altura para cumplir y comprometerse. Asumir el debate frente a todo aquello que imposibilita construir un país en paz.

Por eso, tanto en la Agenda de México, guía del proceso de diálogos entre el gobierno y el ELN; así como en el acuerdo número 28, referido al modelo de participación, han quedado firmados y proyectados hacia esa práctica de debate sobre los cambios que el país requiere. La Paz se construye debatiendo lo que hasta ahora ha generado su imposibilidad de construcción.

Por eso mismo, no se explica que el presidente Petro, que dice estar por los cambios, decida el incumplimiento como método, la perfidia y el ataque mediático como fórmula. Todas ellas viejas prácticas que no cambian en nada la misma perversa trampa de la pacificación, el desarme, desmovilización y reinserción (DDR). A esto el ELN no le apostará nunca, pues le apostamos a un proceso de solución política que aborde de manera profunda los problemas que ha ocasionado la utilización de la violencia, que combata las perversiones del Estado y acabe con el régimen narcoparamilitar instalado por las directrices de los Estados Unidos. Un debate que demos entre todos y todas, asumiendo cambios estructurales. El gran avance de este proceso de diálogo es que esta mirada y visión ya fue acordada y firmada entre el gobierno y el ELN. Falta que el gobierno cumpla lo que acuerda.

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